El Heredero ©

Capítulo7

Le sigo aquel beso lleno de deseo y lujuria, subiendo mis manos a la altura de su nuca, para pegarlo más a mí, el ejerce más presión en mi cintura como si pudiera acercarme más a él, pero eso es imposible porque no queda nada de espacio entre los dos, esto está mal, pero se siente tan bien, no lo puedo negar besa increíble y a diferencia del beso que nos dimos antes, este no es nada tierno o dulce, es fuerte y ardiente.

Pero la realidad llego abruptamente a mí, acabando con la pasión del momento , y me aleje de sus labios, separándome a la vez de su cuerpo, los dos respirábamos aceleradamente, mi mirada estaba en sus ojos, aquellos ojos que se veían perdidos, sin luz y lleno de culpa.

—Lo siento —dijo después de un momento de silencio —no, no se qué me pasa, no volverá a ocurrir.

—Señor, yo...yo lo siento tanto se supone que esto está mal y concuerdo con usted, esto es un error, lo lamento mucho.

—Si, no volverá suceder —me dijo un tanto cortante—se puede retirar.

—Buenas noches, y disculpé por seguirle el beso —le dije nuevamente, volteando para irme de una vez por todas.

Estúpida, me digo mil veces a mi misma, soy una estúpida, en seguirle ese estúpido beso, al estúpido de mi jefe, que estupidez tengo en este cuerpo, si hubiera un concurso de estúpidas yo me llevaría el primer lugar, ay Allison como sos de estúpida.

Tomo un taxi, que me deja enfrente de mi edificio, aquel edificio que me trae tantos recuerdos con Rodrigo, que feo se siente ese dolor en el pecho que te oprime hasta robarse mis suspiros, no se que hice mal, ¿no lo fui lo suficiente para él?, que complicado es esto del amor, cupido porque me hiciste eso, cabron no lo merecía, siento como ya es conocido esa sensación en mis ojos de lagrimas reprimidas que no dejo salir, estoy mal lo reconozco, necesito a mamá.

Me dirijo a mi piso, saco las nueva llaves, abro la puerta y me adentro a mi hogar no tan dulce, estoy pensando seriamente en venderlo para cerrar siclos, olvidarlo para siempre, dejando todo lo que me recuerde a él y no seguir lastimando mi corazón, él se convertiría en mi pasado, oscuro y nefasto pasado que me rompió el corazón, con sollozos, saco mi celular y le marco a mamá, me pongo el celular en la oreja, esperando a que conteste y mientras tanto cierro la puerta y me dirijo al ventanal que me deja ver Nueva York.

Llamada

Hola hija, como están? —dice ella con su habitual tono de alegría.

Mami, no sabes cuánto te extraño—le dije tratando de ahogar mi sollozo—mamá, se va a cancelar la boda.

Por que hijita, que te paso mi amor —dijo con preocupación.

Mami, Rodrigo me engaño —y suelto todo lo que tenía retenido dentro de mí, trato de calmarme, pero no puedo, me es imposible, lloro a tal punto de quebrarme nuevamente —¿hice algo mal?, te necesito —le digo débilmente entre sollozos.

Mi princesa voy a tratar de ir para estar contigo te lo prometo, cálmate, no me gusta escucharte llorar.

Mami fue mi culpa, ¿verdad?, se canso de mí, no hice bien las cosas.

No, fue tu culpa me entiendes, no fue tu culpa, ese tarado no te merece mi amor, y no te culpes, eres la mujer mas fuerte y valiente, mi vida te amo, ¿sí?, nunca lo dudes.

Yo también te amo—y un sonido avisándome que mi celular se descargó, termina con la llamada que estaba teniendo con mamá.

Fin de la llamada

La noche que Ian me trajo a mi apartamento, no llame a nadie en realidad, solo tengo a mamá, después de que se fuera, tome todo el lico que tenia y era bastante, no se en qué momento salí y termine en un accidente, yo mas alcohol no es una buena combinación, somo un dúo peligroso. Me rio irónicamente de mi estúpida ocurrencia, mientras lagrimas bajan por mi mejillas.

Y esa frase que dice que los que mas amas son los que mas te lastiman, tiene toda la razón, amar a alguien le da el pode a ese alguien a destruirte y tener esa capacidad es valioso, es una arma tan letal o peor como un disparo en mitad de las cejas.

Me dirijo a la habitación de invitados, que es ahora mi habitación, no soportaría estar el ese habitación llenas de recuerdos, pongo a cargar mi celular y me voy al baño, para desmaquillarme, ponerme el pijama y lavarme los dientes, salgo del baño y me dejo caer en la cama, llorando otra vez, recordando que papá antes de morir siempre decía que con llorar descansaba, dejando sacar todo lo malo que tenía, el era un caballero en todo el sentido de la palabra y era unos de los mejores comediantes de la familia, me encantaba pasar tiempo con él, mi madre y yo siempre que lo recordamos con una sonrisa en sus labios, el murió a los 44 años de edad hace 5 años por cardiopatía isquémica, su muerte no fue fácil de superar, pero logramos salir adelante. Y no se en que momento caí en brazos del morfeo.

***

Mierda llego tarde, y al parecer los taxis se extinguieron el día de hoy por que no quiere pasar ninguno, desperté muy tarde, por lo cual me di un baño de gato como le digo yo, que consiste en lavarse el cuerpo en 5 minutos o menos y no alcance a desayunar, lo cual eso no ayuda en mi humor y que no consiga transporte incrementa mi mal humor, camino rápido a una parada de autobús, pero cuando estoy por llegar pasa el autobús y sin tener otra opción, me quito los tacones y me pongo las zapatillas que siempre tengo en el bolso por si algo llega a suceder, caminando rápido me dirijo a la empresa.

Una cuadra antes de llegar me pongo los tacones, subo a mi oficina dejo mis cosas, me dirijo a la oficina de Ian y me arrepiento tanto de no haber tocado antes de entrar, al abrir la puerta me encuentro con una imagen muy desagradable.