Capítulo 39 - Fiesta de Halloween

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Advertencia: las cosas se van a poner calientes. 😏🥵🎃🔥

***
Ángela Brown

Estoy saliendo con Erick Carter.

O más bien soy novia de Erick Carter.

Me dejé envolver por la paz que me trae. Paso de la nada, en un momento estaba tratando de alejarme de Gil y dejar atrás todo lo ocurrido en la fiesta, y al otro estaba en los brazos del pelirrojo jugando de nuevo al amor. Llevamos casi dos meses mostrándonos por el campus y en todas las fiestas que nos invitan, incluso en la semana de la moda con la mamá de Tamara. Se siente bien presumir de mi nuevo novio al que le encanta acompañarme a todos lados. Un domingo hasta me atreví en presentarle a mi papá en el hospital, por desgracia el encuentro duró unos minutos porque lo llamaron de emergencia al quirófano, pero aun así si se sintió bien que él me acompañara. Como igualmente se sintió bien que paseáramos por toda la ciudad como turistas, acompañáramos a mis amigos de antro, cenar en un restaurante elegante y por fin conocí su departamento.

Pero, por si hay un maldito "pero", nada en este mundo es todo color de rosa por desgracia.
Creo que mi novio, Erick Carter, el señor te beso sin importarme qué tengas novio, no ha tenido relaciones conmigo. Al principio fue porque estaba esperando, queriendo hacer las cosas lento, haciendo que valga la pena, después Tamara y Sebastian por poco nos interrumpen y la última vez que fui a su casa estaba con el periodo.

Pero esta vez va a ser diferente, va a ser mejor, porque es Halloween, mi época favorita del año. La gente una vez al año se disfraza pretendiendo ser otra cosa y en realidad sacan su verdadero ser.

Pero no es solamente eso, se trata de creatividad y de expresarse, y de la increíble fiesta de todos los años hacemos Tamara y yo. Ocasión que aprovecharé para tener sexo con mi novio y a pasarla increíble con mis amigas.

Toco en la entrada del departamento, pero nadie abre por lo que decido entrar y me encuentro con mi novio tumbado en el sillón tapado con una cobija hasta el cuello con un montón de pañuelos desechables usados a su alrededor. Su cabello pelirrojo está totalmente despeinado, tiene ojeras bajo sus ojos y se ve más pálido de lo normal.

—Pareces un muerto, te ves muy mal— a pesar de eso no luce menos atractivo.

—Me siento tan mal como me veo, creo que estoy enfermo.

Su "creo" está de más, porque solo con verlo compruebo que realmente está enfermo. Me acerco para tocar su frente la cual está ardiendo en fiebre.

—Debiste haberme llamado en cuanto te sentiste mal— lo reprendo y él pone cara de niño regañado.

—No quería molestarte, sabía que estabas ocupada con la fiesta, además solo es algo de un día para mañana voy a estar como nuevo.

«Para mañana ya abra pasado la fiesta» pienso más no digo para no hacerlo sentir mal, no su culpa estar enfermo.

Me meto en su cocina para buscar algún medicamento y prepararle un té. Después de ver que se tome las pastillas lo mando a darse un baño para que se quite su mugrienta pijama que de seguro está infectada de virus en lo que le preparo un poco de sopa.

Termino la comida justo cuando sale de la ducha, su pelo húmedo se ve más oscuro que bien podría pasar por café como el mío. Sirvo un plato para él que pongo frente a mí en la barra de la cocina. Mientras come observó el lugar, el departamento es moderno y pulcro, menos el sillón de la sala lleno de papeles, tazas y cobijas que se ve desde la ordenada cocina en donde estamos.

Platicamos sobre nuestro día mientras limpio un poco la sala, en especial su reguero de papeles usados.

—No tienes que quedarte, sé que tienes pendientes por hacer.

Entre besos y engaños. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora