Capítulo 31: Querido mañana.

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"Querido mañana: Has estado brillando tan intensamente. Voy a seguir aferrándome a las palabras que dijiste, porque tú tomaste de ese momento mucho más de lo que imaginé, entonces fuimos por nuestra cuenta mientras tú me llevabas. Te sentaste junto a mí con mi corazón a punto de salir. Si nunca te hubieras conocido, jamás hubieses imaginado que alguien como tú estaba destinado para alguien como yo. Firmado: sinceramente tuyo ". -Tus miedos Truly / Paradise.

Luego de hacer el amor y ya completamente vestidas, ambas chicas han quedado tendidas en la fresca hierba observando las estrellas en silencio. Se sintió como si todo se produjo detenido, como si el tiempo no estuviese pasando.

Las estrellas desvanecidas las observaban desde la altura y ellas desde abajo las apreciaban detenidamente. La atmósfera que envolvía a ambas chicas era tensa, triste y gris, el silencio era cómodo pero ambas por dentro soltaban gritos desesperanzados. Martina posó su vista en Lourdes quién tarareaba muy suavemente una calmada canción con su mirada triste pérdida entre las estrellas, cantaba tan suavemente que Martina quién estaba tendido a su lado sólo oía leves murmullos.

-¿En qué piensas?- Le susurró muy débilmente.

Lourdes se tomó su tiempo para contestar. En ese momento tantos pensamientos pasaban por su cabeza, tantas ideas, tantos hechos que pudiesen haber ocurrido en el futuro en su vida si es que ella nunca se hubiera enfermado. En uno de esos tantos pensamientos, estaba ella junto a Martina en el altar de una bella iglesia, rodeada de sus seres queridos que las miraban con satisfacción y orgullo, mientras que sus pequeñas hijas les sostenían ambos anillos. En otro, simplemente tomaba una taza de té junto a la rubia en una fría tarde de otoño. Todos esos bonitos hechos jamás ocurrirían y Lourdes se sonrió a sí misma con tristeza.

-En el mañana- Contestó por lo bajo.

-¿Cómo imaginas el mañana Lu?- Inquirió Martina mientras atraía a la castaña hasta su cuerpo, cubriéndola delicadamente con sus brazos y Lourdes se acurrucaba en ella, escondiendo el rostro en su pecho tibio.

-Tengo miedo de él, no quiero que llegue...-

Confesó, hablando contra el suetér suave de Martina, contradiciendo las mismas palabras que ella mismo había dicho hace un tiempo. Ya no quería que llegase el futuro, tenía miedo de las cosas que pudiesen llegar junto a el.

Martina comenzó a acariciar muy lentamente los cabellos castaños de Lourdes, como a ella tanto le gustaba hacer, tratando de hacer saber que todo estaba bien con tan solo una caricia.

-Lu, ¿Recuerdas nuestro primer día de escuela?-

La castaña soltó una pequeña risita al recordar cómo ella y Martina habían sido obligadas a limpiar las aulas luego de que armaran un escándalo frente a la rectora.

-Tú me acusaste de drogadicta frente a la rectora-

Martina rió, y su mente comenzó a traer más recuerdos viejos, algunos tristes y que ella deseaba que nunca hubiesen ocurrido, como la humillación que planeó hacía la castaña solo para burlarse de ella. No estaba en sus planes enamorarse de ella tan perdidamente, sin embargo allí estaban, acurrucadas entre las hierbas, muy lejos de la ciudad, como si eso era la solución a todos sus problemas.

-Jamás había imaginado que tú y yo terminaríamos así. Míranos, tan solo ayer estábamos en la heladería, yo planeando mi idea para hacerte sufrir y tú completamente ilusionada y ahora... ahora eres lo mejor que tengo Lu-

Lourdes levantó su vista para observar a los ojos a Martina y le sonrió dulcemente.

-Te amo Mar- Le sonrió con una brillante sonrisa que pronto se desvaneció siendo reemplazada rápidamente por una expresión de temor y unas cuantas lágrimas. Lourdes se aferró el pecho y Martina entró en pánico.

Our star | martuli G¡P (adaptación) | [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora