Sin piedad.

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EN LA CASA de Johnny justo antes del torneo, llegó su rubia favorita, una asustada Josephine llegó a casa del sensei para informarle que no quería estar en el torneo porque su padre estaría ahí.

—–Mira Josephine, cuando llegaste al dojo y me retaste para dejarte entrar, me di cuenta del potencial que tienes, eres la persona que me deja en shock cada vez que la veo en acción. —le entrega un vaso de jugo. —–Te ví patear a esa chica, te ví en Youtube golpeando a dos chicos idiotas al mismo tiempo y ahora te veré en el torneo de karate siendo la mejor peleadora que ha tenido Cobra Kai. —Josephine suspira.

—–Ese es un gran título, sensei, mucha presión.

—–Jo, sé que tienes un padre y a decir verdad, lo odio. —ella ríe tiernamente. —–Tengo un hijo. —su confesión tomó por sopresa a Jo. —–Y todo ha sido una mierda con él, nunca supe ser padre y me aterraba la idea, intenté acercarme pero él no me quiere cerca y lo entiendo... pero cuando Díaz y tú llegaron a mi vida, la ví de una manera completamente diferente, así que si, teñida, te has ganado mi cariño y mi respeto.

—–Aww, yo también lo quiero, sensei. —la rubia lo abraza fugazmente. —–Entonces, creo que es hora de irnos.

Ambos salen de casa del mayor, al llegar al lugar a lo lejos vieron al resto de estudiantes. Miguel incluído, Jo lo miro unos segundos, aun le dolía lo que había pasado.

—–¿Hacer que sin nosotros? —pregunta Johnny cuando ambos llegan con el resto.

—–Creíamos que no vendrían. —responde Hawk.

—–Quizás no siempre gane, pero nunca me retiro de una pelea. 

—–Genial. Vamos a anotarnos. —dice Miguel. Jo estaba evitando mirarlo, pero Miguel no, el la miraba deseando poder borrar lo que había hecho.

—–Aún no. Aún hay una lección más que debo enseñarles.

Todos caminan tras de Johnny. Josephine se queda al final, se sorprende cuando nota que Miguel la esperaba, pero ella pasa de largo, chocando su hombro con el suyo.

—–Aprendieron a golpear primero, a ser agresivos, a no ser perdedores. Les enseñé a golpear con fuerza, a poner toda su energía detrás de todo lo que hacen. Pero no les he enseñado la tercera lección de Cobra Kai. Sin piedad. A medida que crezcan, aprenderán que la vida no es justa. Te despiertas una mañana sintiéndote genial, y la vida te arroja una curva y te golpea en las pelotas, a la vida no le importa un carajo. Obtienes una mala nota en el examen, te suspenden. Te enamoras de una chica y otro tipo viene y te la roba. —Josephine mira a Miguel, el también la miraba. —–Te prenden fuego el auto. Justo cuando piensas que todo va bien, todo se cae a pedazos. Así sucede, la vida no tiene piedad, y nosotros tampoco. Hacemos lo que sea necesario para sobrevivir. Hacemos lo que sea necesario para seguir avanzando. ¡Hacemos lo necesario para ganar!. Recuerden quienes son, son rudos, no les importa nada, patean traseros, porque son Cobra Kai.

—–¡Cobra Kai!

—–¡Sí!

—–Bien, chicos, entremos, y pateemos a todo el mundo. —todos sacamos nuestros gi. —–No van a usar esos.

El sensei nos entregó un gi nuevo a cada uno, negro y sinceramente le gustaba más a Josephine, le hacía sentir aún mas poderosa. Aunque en el fondo aún estaba aterrada y en cualquier momento podría huir.

—–¿Listos?, en posición. —todos se acomodan en fila. Pero Josephine se escabulle lejos de ahí, sin que nadie lo note.

La rubia entra nuevamente a los vestidores, sentándose en el frío suelo.
El presentador llamó a todos los dojos, Cobra Kai hizo una magnífica entrada, pero Johnny recién notaba que su Cobra más importante no estaba en la fila.

𝙏𝙚𝙚𝙣𝙖𝙜𝙚𝙧𝙨. || 𝗖𝗼𝗯𝗿𝗮 𝗞𝗮𝗶. ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora