“¿Que hubiera pasado si...? Si todo en el valle fuera normal. Si las rivalidades de karate hayan finalizado por fin. Cobra kai, miyagi-do e eagle fang son dojos hermanos y sus alumnos amigos.”
NAVIDAD había llegado al valle, Josephine era la LaRusso más emocionada, se había pasado el día entero decorando algunas partes de la casa que le había faltado antes, el garaje y todo lo que fuera de la propiedad de la familia.
—¿No crees que parece que amamos navidad? –pregunta Daniel.
—Efectivamente amamos navidad. –responde la rubia.
—Me encanta como dejaste la casa, cielo. –dice Amanda llegando a la sala.
—Gracias mami. –sonríe orgullosa. —Por favor no olviden que ya pueden dejar sus regalos bajo el árbol.
_¿Dónde están los tuyos?
—Iré a comprarlos.
—¿De verdad? ¿En plena víspera de navidad?
—Lo olvidé por completo. –murmura apenada. —Creí que tenía tiempo.
—Jo, ¿cuál era tu talla de zapatos? –pregunta Samantha antes de salir de la casa.
—Dos.
—Gracias. –sonríe.
—Alguien también olvidó sus regalos. –menciona Amanda.
—Y también sabemos quién le tocó en el santa secreto. –agrega Daniel.
Josephine sonríe, despidiéndose pues se le haría tarde para recoger sus regalos.
—Repiteme por que estoy haciendo esto. –dice Robby saliendo del auto.
—Porque me quieres mucho.
—Sí, lo hago, pero odio navidad.
—¿Por qué?
—No lo sé. Solo no me gusta.
—No te preocupes, yo haré que te guste. –extiende su mano hacia él. —Podemos intentar.
Robby mira su mano unos segundos, hasta tomarla y entrelazar sus dedos con los de la rubia. Le sonríe, y eso para Josephine era un sí, así que con una gran sonrisa emprenden su camino.
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DESPUÉS DE UNAS HORAS, Jo había terminado, Robby estaba harto de las compras y de la navidad, pero claro que no le había dicho nada a su novia, pues se veía tan contenta.
—¿Has terminado ya? –pregunta Robby.
—Ya. Lo prometo. –asiente metiendo las bolsas en la cajuela.
—¿Ahora que haremos?
—Haremos una parada rápida. —murmura con una sonrisa. —Te va a gustar.
