𝙏𝙚𝙚𝙣𝙖𝙜𝙚𝙧𝙨. || 𝗖𝗼𝗯𝗿𝗮 𝗞𝗮𝗶. ✔︎

𝗘𝗟 𝗜𝗡𝗜𝗖𝗜𝗢 𝗗𝗘𝗟 𝗙𝗜𝗡.

AMBOS DOJOS aún se encontraban terminando de planear lo que sería la unión de fuerzas.

—–Acordamos que un nuevo dojo combinado debería entrenar en Miyagi-Do. Pero diferimos sobre el nuevo nombre, el diseño del gi, que comer y que hacer cuando los senseis peleen.

—–No es bueno. Pero es un comienzo.

—–Deberíamos usar mi idea. —dice Josephine.

—–Jo, no los tiraremos al estanque para luego encerrarlos.

—–Ya veremos. —murmura cruzandose de brazos. Todos se quedan callados, cuando el maullido de un gato suena.

—–Aww, tu gato quiere entrar. —Bert se levanta caminando saliendo por la puerta trasera.

—–Creí que Josephine era alérgica a la gatos. —dice Miguel.

—–Lo es. —responde Sam.

De un momento a otro, Bert es lanzado por el aire a través de la ventana de la cocina. Josephine se pone de pie de inmediato.

—–No tiene gato.

Y causando miedo en algunos de los presentes, los Cobra Kai entran por la puerta por la que Bert había salido. Con uno de sus nuevos reclutas, Kyler.

—–Hola, Rea. —saluda a Miguel, este último pone de pie a Bert y hace que los demás se hagan para atrás.

Pero la puerta principal se abre de una patada, Tory junto a el resto de cobras entran por ahí. Jo sabía que su hermana había estado sufriendo ataques de pánico en sus encuentros con ella, esperaba que nada saliera mal aquí.

—–Oí que tenías una fiesta. No te molesta que vinieramos, ¿o si? —dice Tory.

—–No tienes que hacer esto. —le dice Miguel.

—–Demasiado tarde. ¡Esto termina hoy! —se acerca más. —–¡Sin piedad!

Y una vez mas, Tory Nichols había comenzado una pelea entre Cobra Kai y Miyagi-Do, solo que esta vez, nadie contaba con que Eagle Fang Karate estaba liado a Miyagi-Do, y tampoco nadie imaginaba que habría un Cobra Kai menos esa noche.

—–Intenta que nadie te mate, por favor. —le dice Josephine a Aidan.

—–Estaré bien, he aprendido de la mejor. —sonríe.

—–Te veré en un rato. —menciona antes de correr hasta  unos chicos. —–Hola chicos, que gusto verlos de nuevo.

—–Hola, traidora.

—–Chicos, que groseros, creí que éramos amigos.

—–No somos amigos de desertoras.

—–Cool. Yo no soy amiga de chicos que tienen narices sangrantes.

—–¿Narices sangrantes? ¿De que...? —Josephine no lo dejó terminar, ya que estrelló su puño en su nariz.

—–¿Ups?

—–A ella.

Los tres chicos comenzaron a pelear con Josephine, a los cuales pudo controlar rápidamente. Patada a uno, golpe al otro, esquivar al último.

—–Oh mierda. —murmura Josephine al caer al suelo.

—–Eres un desperdicio, Josephine LaRusso. —dice aquel chico. —–Tenías todo para ser la campeona de Cobra Kai, y.... —una patada en su cara lo hace caer.