𝙏𝙚𝙚𝙣𝙖𝙜𝙚𝙧𝙨. || 𝗖𝗼𝗯𝗿𝗮 𝗞𝗮𝗶. ✔︎

80'𝙨.

LA ABUELA LaRusso había enviado a Josephine a Miyagi-Do para dejarles comida a todos los alumnos. Como toda abuela preocupona, había preparado mucha comida que no quería que fuera desperdiciada. Así que envió a su nieta que iba de salida a llevar la comida para que todos estuvieran con el estómago lleno antes de un día pesado. Pero claro, que para Josephine era mas importante encerrarse dentro del dojo con Robby para poder estar juntos sin tener que esconderse. Como han tenido que estar haciendo desde que comenzaron a salir.

—Se supone que solo venía a darles comida.
–murmura al separarse.

—Sí, pero está tu abuela, así que no tendremos otro momento a solas.

—Habrá que decirles en algún momento. Pero no ahora, están peleados.

—Entonces, esperemos otro momento. –la rubia asiente con una sonrisa y nuevamente se acerca para otro beso.

—¡Oigan! ¡Miren! –la voz de Samantha se escucha desde afuera. Ambos se separan y salen del dojo.

—Miren lo que encontré. Estaba sobre las piedras.
–Demetri en sus manos tenía la medalla de honor. La misma que Miguel había llevado la noche anterior, la cual Robby había recibido, sin decirle a Josephine.

—¿La medalla del señor Miyagi? –Jo la toma de la mano de su amigo.

—La buscamos en todas partes. –dice Sam al tomar la medalla de las manos de su hermana.

—Bueno, lo importante es que apareció. –menciona Josephine.

—Papá estará muy feliz.

-—Debe estar por llegar, debo irme.

—Te veo al rato, Jo. –responde Sam, el resto del grupo se va detrás de ella.

—¿Te parece si salimos en la noche? –pregunta Josephine tomando las manos de Robby. —Para estar juntos, sin problemas, sin distracciones y sin escondernos... Tal vez, con algo de compañía. -menciona mirando a Sam.

—Sí, le falta distraerse un poco, sobretodo con...
–Josephine lo mira confundida. —Ya lo arruiné.
-susurra.

—¿Con...?

—Solo olvídalo, no debí decirlo. –la jala de la mano abrazándola.

—Robby, no me vas a distraer. Dime, o no te hablaré más.

—Josephine, aunque quisieras, no puedes.

—¿Quieres ver que sí?

—No puedo contarte porque es sobre Samantha, y ella debe contarte cuando así lo vea necesario.

—¿Ahora le guardas secretos? –se cruza de brazos.

—¿Estás celosa? -pregunta riendo.
—¿De tu hermana?

—¡No estoy celosa!

—Samantha es la persona con la que paso casi todo el día, es como mi mejor amiga, así que no debes preocuparte... Ni por ella, ni por nadie.

Josephine sonríe al escucharlo, mira detrás, y nota como nadie los miraba, así que aprovecha y deja un pequeño beso sobre los labios del chico que le quitaba el sueño.

—¿Entonces si?

—Sí.

—Bien, te veo en la noche.

Un último beso y Josephine se aleja de ahí, y se dirige al dojo. Al llegar a su destino, aún se sentía como si estuviera en las nubes, aunque también pensaba en lo que Samantha le había confiado a Robby y no a ella, su hermana melliza, fue directo a cambiarse y cuando salió, se sentó junto a Tory y Miguel, quienes la saludaron. Comenzaron a calentar.