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Todos tenemos un pasado que nos persigue, me gustaría que el mío no me atormentara. Son muchas cosas las que quisiera olvidar, y muchas otras a las que me quisiera aferrar. Cada mañana qué pasa desde el incidente trato de convencerme a mi misma que lo que sucedió no fue mi culpa, que debo continuar y ser fuerte pero, cada mañana se vuelve más difícil que la anterior.

Hace muchas lunas, Mystique, mi madre, me dejo a la deriva para que me las arreglara por mi cuenta, se despidió de mi como si nuestro reencuentro estuviera cercano, me entrego una maleta con lo necesario para sobrevivir y me bajo del auto dejándome en una estación de tren con $35 dolares en mi bolsillo, como si no importará.
Nuestra relaciona madre e hija siempre fue muy fuerte, llena de confianza y amor, desde que tengo memoria mi madre siempre me lleno de un intenso y honesto amor, jamas dude de ello, pero me resultaba difícil comprender que me abandonara a mi suerte mientras proclamaba amarme mas que a nada en este mundo, fue un duro golpe de realidad.
Así que eso fue lo que hice, me las arregle por mi cuenta, viaje hasta Canadá, trabajaba en una granja donde una pareja de ancianos me acogió amablemente, pero hasta yo sabia que no podría quedarme ahí toda mi vida, las preguntas sobre mi aspecto físico y mi constante uso de guantes comenzaban a inquietarlos, no podía confiar en nadie, necesitaba algo mas.

Una noche escapando hacia mi siguiente destino me detuve en un pequeño bar local, siempre fui buena para convencer a las personas de hacer lo que quiera, algo que aprendí de mi madre, tome un trago para calmar mis nervios esperando que nadie lo notará, me mantuve fuerte hasta que un hombre de semblante serio y manos fuertes se sentó a un lado mio, noto mi nerviosismo, lo suficiente como para presentarse ante mi como un mutante.
Llevaba un collar con placas grabadas, "Wolverine" saltaba en ellas, su nombre supongo.
Mi madre era muy honesta sobre su doble vida como mutante y representante del gobierno, había llegado muy lejos ocultando su verdad, sabia que no era seguro presentarme como realmente era, pero algo me dejo muy claro, si debía confiar en alguien, preferible que fuera un mutante.
Wolverine conducía un tráiler de carga, su aspecto era de leñador con su chaqueta de pana y su ligera barba, le gustaban los puros, llevaba uno entre los dientes, el aroma era penetrante pero no me molestaba. Se dirigía a Luisiana, dijo que me llevaría con un viejo amigo que podía hacerme un favor, menciono que estaría mejor ahí que en las calles, era un lugar seguro donde podía vivir sin ocultarme y de paso aprender, lo que necesitaba.

- ¿Y como te llamas niña? - soltó un poco del humo de su puro por la ventana mirándome de reojo.

Jamas digas tu nombre real, las palabras de mi madre resonaban en mi cabeza. - Rogue, mi nombre es Rogue. - finalmente dije.

- ¿Qué clase de nombre es Rogue?

- ¿Qué clase de nombre es Wolverine? - conteste sarcástica.

Soltó una risa - Soy Logan.

- Anne Marie. - le sonreí.

- De acuerdo Anne Marie, estarás bien. - su semblante era frio, casi impenetrable - Ahora yo cuidare de ti.

¿Realmente podría confiar en el?, mi cuerpo me decía que si, pero antes debía convencer a mi mente. Dicen que las platicas en carretera se hacen largas y asi fue, mientras mas hablaba con Logan mas lograba confiar en el, mi mente poco a poco comenzaba a ceder.
Me hablo sobre las guerras en las que estuvo, no hablaba mucho de su pasado, cuando le preguntaba era breve y conciso, decía que una vez fuera el pasado quedaba enterrado y solo existía lo que pasaba después de eso. "Sera mejor que olvides tu pasado, es mas fácil avanzar así", me dijo, si tan solo supiera que eso era lo que llevaba haciendo toda mi vida, pero tenia fe, ahora que tenia a Logan, las cosas que me atormentar podrían ser mas fáciles de olvidar.

Eternamente (Rogue x Gambito) X-MenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora