Eternamente (Rogue x Gambito) X-Men

20. ¿Quién es Erik Lehnsherr?

Rogue POV:
Logramos escapar de la Mansión a tiempo, algo realmente había afectado a Logan, los recuerdos de su memoria que quedaban en mi desde la primera vez que lo toque se desvanecieron hace algunos meses, no tenía idea de que estaba sucediendo pero sin duda era grande. Eramos solo Bobby, Pyro, Logan y yo, escapamos en el auto de Scott, un convertible azul vibrante, nos dirigíamos a la casa de Bobby en Boston, era el lugar mas seguro en estos momentos, nos perseguían, muchos de nuestros amigos se quedaron atrás, la otra mitad lograron escapar, la angustia me comía viva, Gambito, Kurt, ambos habían dado la vida para protegerme, la culpa me comía viva, Logan lo noto poniendo su mano sobre mi rodilla y dándome un poco de consuelo. 

- Por cierto. - le entregue la cadena que me había dado el día que se fue, con la promesa de que volvería - Esto te pertenece.

- ¿La conservaste? - me regalo una media sonrisa - Gracias niña. - al instante se la puso.

El viaje en el auto duro toda la noche, traté de quedarme despierta todo lo que pude pero caí rendida, fue demasiado en una noche, no podía creer que la Mansión había sido atacada y justo el día en el que Logan volvía y el Profesor aparentemente debía salir para arreglar unas cosas, me preguntaba si todo estaba conectado con ese hombre que impacto tanto a Logan al momento de escapar.
Llegamos por la mañana, los tres estábamos vestido con nuestras pijamas, ni siquiera me dio tiempo de regresar por mis guantes, estaba descubierta. Bobby tomo la llave de repuesto que estaba debajo de una fea maceta en forma de rana, entramos en silencio, este grito en busca de sus padres pero ninguno les contesto.

- Al parecer no están en casa. - dijo cerrando la puerta detrás de nosotros - La cocina esta por allá tomen lo que quieran. - miro a Logan - Pyro, Rogue vengan, les daré algo de ropa.

Subimos por las escaleras hasta llegar a la habitación de Bobby, este le entrego a Pyro un par de camisetas, jeans y unos tenis, salimos descalzos del impacto de madrugada, ambos se cambiaron y yo espere sentada en la cama, amarre mi cabello en una coleta alta para mi comodidad.

- Ahora vuelvo. - me dijo Bobby - Traeré ropa para ti. - salio de su habitación dejándome con Pyro.

- ¿Estas bien? - Pyro se acerco sentándose a un lado mio.

- Si, eso creo. - dije algo aturdida - Todo sucedió de la nada, de no ser que ustedes fueron por mi no creo haberlo logrado.

- Fue brutal, nos trataron de disparar una especie de tranquilizante. - estaba confundido, cansado y molesto, podía sentirlo - Lamento lo de tu hermano, debí hacer algo...

- No, oye... - puse mi mano con cuidado sobre su espalda - Eso no fue tu culpa, gracias a ti estoy aquí, me salvaste. - le sonreí tratando de aliviar sus penas, este me regreso la sonrisa.

- Ya traje las cosas. - la voz de Bobby nos hizo girar, nos miraba confundido.

- Bien preciosa, te veo abajo. - se levanto y camino a la salida - Bobby... - paso a un lado de este y bajo las escaleras.

Bobby cerro la puerta y se acerco a mi entregándome la ropa - Es de mi madre, la usaba antes de que yo naciera.

- Genial. - dije algo incomoda, eran bellas prendas pero no quería saber su pasado - Ah... voy a vestirme.

- No mirare. - este se giro.

Comencé a desvestirme, solo usaba un vestido a las rodillas negro como pijama, nada mas, miraba sobre mi hombro para asegurarme de que Bobby no me mirara, me coloque la ropa rápidamente, una bella blusa blanca con tejidos florales al frente, unos jeans azules y unos tenis blancos.

- Listo, puedes mirar. - dije tomándolo del hombro haciéndolo girar.

- Toma. - me entrego unos guantes blancos con detalles plateados, eran realmente hermosos - Eran de mi abuela.