Eternamente (Rogue x Gambito) X-Men

6. Una nueva perspectiva

Gambito POV:
Llegue a la Mansión a rastras, no puedo desaparecer los tratos que hice sin consecuencias, no puedo seguir escondiéndome, a donde sea que vaya el sabrá cómo encontrarme. Tengo tantos enemigos por todo el mundo que ya olvide los lugares que son seguros, lo único que queda para mi es seguir el plan, era eso o morir, sans être dramatique (sin ser dramático). No se cómo fue que terminé en esta posición, desde que tengo memoria siempre ha sido así, metiéndome en problemas y escondiéndome hasta que se olviden de ello.

Al llegar a la Mansión la persona en recibirme fue el Profesor Xavier, había escuchado mucho sobre el, cómo se convirtió en la esperanza para los jóvenes mutantes ayudándolos a convertirse en ciudadanos de bien y eventualmente en héroes, toute cette merde (toda esa mierda), no creía ni una sola palabra.
Me dio un recorrido por la escuela mostrándome las instalaciones, al igual que un sermón sobre cómo este lugar podría cambiarme si le daba una oportunidad. Continuamos con las reglas, mis deberes, mi horario y mi habitación, mi vida ahora estaría dictada por una serie de tareas que debía realizar a cierta hora, sin espacio para la diversión, tout un cauchemar (toda una pesadilla). Mi edad me permitía entrar en el grupo de la última generación, esto venía con ciertos "privilegios", las reglas nunca han sido lo mío, soy más de romperlas si no son de mi agrado o hacer nuevas si apetezco. Así siempre he sido, o eso creía.

Después de unas semanas poco a poco fui adaptándome, todo pasaba tan lento aquí, las clases eran divertidas y el convivir con alguno chicos me entretenía de vez en cuando, aunque algunas tareas eran un fastidio. Mi idea sobre este lugar comenzaba a cambiar, mientras más tiempo pasaba aquí más me convencía de quedarme, pero al momento el golpe de realidad llegaba recordándome que eso no sería posible para mi.

Caminaba directo a mi clase de historia cuando la vi por primera vez, estaba sentada en la pequeña banca cerca de la fuente del patio principal, su cabeza tendida hacia arriba mirando el cielo. Que diable cherche-t-il là-haut? (¿qué diablos está buscando ahí arriba?) Su aspecto angelical me atrapó, su mirada que desbordaba emociones mirando a la nada, destacaba entre la multitud, tan natural y pura, notaba cómo todos evitaban tener contacto con ella y está lo disfrutaba, seria difícil acercarse ella sin duda.
Después de ese momento, todos los días siguientes por una semana la observaba, siempre a la misma hora en esa pequeña banca, algunas veces subía los grandes árboles, supongo que para tener una mejor vista pero era inútil, las montañas cubrían todo. No comprendía que era lo que buscaba, ¿por qué su determinación a esperar el atardecer en el mismo punto cada día?, sin duda había algo especial en ella, necesitaba conocerla.
Me determine a saber quien era ella, no muchos mutantes en la Mansión la conocían y quienes si eran un fastidio, por suerte no tuve que indagar mucho, es una escuela y todos hablan, les potins volent ici (el chisme vuela aquí). Descubrí muy poco sobre ella, la mayoría eran rumores y historias mal contadas sobre las cosas que había hecho, nadie se le acercaba lo suficiente como para conocerla de verdad, le tenían miedo, la llamaban veneno, intangible, la muerte incluso, al parecer era peligrosa pero eso no me importo, lo tomé como una excusa mas para sentirme interesado.

La noche de la fiesta:
- Vamos viejo, será divertido. - mencionó mi inusual amigo, QuickSilver.

- Nada me divierte más que estar junto a un montón de petits enfants (niños pequeños) alrededor de una fogata. - dije sarcástico.

- ¿Recuerdas a Bobby? El hombre de hielo - mencionó.

- ¿Que con el? - ha decir verdad soy pésimo con los nombres, tuve pocas interacciones con el, creo que tenemos una clase juntos.

- No paraba de mencionar a esta chica, ah... ¿cuál era su nombre? - dijo chasqueando los dedos tratando de hacer memoria - A la que acosas todas las tardes desde el tercer piso.