38. ¿Qué pasaría si...

99 8 0
                                    

Gambito POV:
Desperté a la mañana siguiente con el corazón pesado, los ojos hinchados y ma chérie a mi lado, cualquier tristeza que invadiera mi corazón se iba con una simple mirada suya.
Me levante de la camilla, debía aclarar mi mente y salir por un poco de aire fresco, Kurt se encargaría de Rogue mientras que yo descansaba, el golpe emocional de que despertara fue demasiado para mi.

Mucho sucedió en un mes, cosas cambiaron pero otras se mantuvieron exactamente igual, creí que para el tercer día me rendiría, dude por momentos qué tal vez el amor que tenia por ella no era mas que un simple capricho pero cada día que pasaba solo me daba cuenta que realmente no podía vivir sin ella.

- Deberías dormir. - Emma entró en la enfermería recargándose en el marco de la puerta - Estar aquí todo el día no te está haciendo bien, debes comer. - frunció el ceño en desagrado - Y tal vez un baño.

- Oh Emma, aucune de ces choses n'a d'importance (ninguna de esas cosas importan) - la mire con ojos muertos - Mientras que ella siga aquí yo también, no puedo dejar su lado. - me aferraba aún más a su mano, el tacto era frío, muerto pero la máquina seguía sonando.

- Esto no es sano. - se acercó colocando una mano sobre mi hombro - Vamos, suéltala. - note que trataba de utilizar sus poderes en mí para que lo olvidara y saliera de la enfermería, podía sentirla en mi mente.

- No. - me levante eufórico añejándola de mi - No te atrevas a entrar en mi mente, aléjate.

- No pretendía...

- No tienes idea de lo que es amar tanto a alguien al punto que desearías morir si no le tienes cerca. - me acerque amenazante - No la dejare. - me gire y volví a tomar su mano aún más fuerte - Al menos no hasta que despierte.

- Está bien. - suspiró rendida y salió de la enfermería.

Por semanas varios de nuestros amigos trataban de disuadirme de estar con ella, otros se burlaban pero sabía que solo era porque no comprendían, d'une certaine manière, je me suis senti désolé pour eux, ils n'ont jamais aimé, vraiment aimé (de alguna manera sentí pena por ellos, nunca han amado, realmente amado)

Cuando despertó fue como si recuperara un pedazo enorme de mi mismo, el mundo se había vuelto gris pero en cuanto aquellos ojos oliva volvieron a brillar todo nuevamente tenía colores, pero junto con las buenas noticias también venían las malas noticias.

Un par de semanas antes de que Rogue despertara me llegó el último aviso de lo que tanto he estado huyendo.
Realizaba mis tareas como en cualquier otro día, trataba de apresurarme lo más que pudiera para volver con Rogue pero Magneto me detuvo de camino a la enfermería.

- No tan rápido niño. - le dificultaba hablar - Tenemos que hablar. - su semblante no era demandante, era serio.

- Je n'ai pas le temps pour ça, je dois voir Rogue (no tengo tiempo para esto, debo ver a Rogue) - pase de él dándole la espalda.

- Detente. - gritó - Bella Donna está aquí. - eso me hizo congelarme en el momento, me gire en mis talones mirándole atónito - Esta en la ciudad, solo es cuestión de tiempo para que de con tu paradero.

- Mientes. - troné la boca negando con la cabeza.

- Mis fuentes nunca fallan. - sabía de quien hablaba - La historia de amor que has creado esta a punto de llegar a su fin, pero debo admitir que casi me convences, en tu papel de romántico empedernido, actúas muy bien. - soltó una risa que rápidamente se convirtió en una molesta tos - Me pregunto, ¿que pasará con Rogue cuando Bella Donna se entere de tu mentira?

- Ne vous avisez pas (no te atrevas) - me acerque amenazante pero temeroso.

- Recuerda tu posición. - me observo de arriba a abajo, tiene esta forma curiosa de manejarse a si mismo, es como si el supiera exactamente que pasara, odio eso - Te recomiendo huir ahora o rezar para que Bella Donna no sepa la verdad entre Rogue y tú, conociéndola, no te dará oportunidad para seguir huyendo. - se giró dándome la espalda - Apresúrate, ¿quieres? Y no lo olvides... me debes una. - continuo su camino dejándome ahí.

Eternamente (Rogue x Gambito) X-MenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora