Eternamente (Rogue x Gambito) X-Men

47. ¿Amigos?

Rogue POV:
Baje las escaleras de la Mansion en busca de un poco de alivio, era de madrugada, las pesadillas eran más intensas de lo habitual, no me dejaban dormir.
Cuando llegue a la gran entrada vi que Wade estaba en la sala común con un paquete de cervezas disfrutando de la vista de la terraza, lentamente me acerque a él sin hacer ruido.

- ¿Puedo? - señale el asiento libre a un lado de el.

- ¿Ahora si quieres hablar?- soltó una risa arrogante - Siéntate niña. - este me acercó una cerveza, la tome y chocamos las botellas dando un trago - ¿Insomnio?

- Pesadillas. - suspiré - ¿Tú?

- Quería beber. - tomo otro trago a la botella terminándola - ¿Qué hay contigo y las pesadillas?

- Me persiguen, como todo lo demás en mi vida.

- ¿Quieres hablar de ello?

- No creo sea algo que te importe. - solté una risa burlona.

- Tu me importas. - le mire sorprendida, este asintió avergonzado, nos miramos unos momentos - ¿Puedo preguntar qué pasó?

- ¿Qué pasó con que? - le mire retadora.

- Ya sabes. - dio un trago, se le dificultaba decirlo tan directo - Ese anillo que llevas en tu collar tiene alguna historia de fondo, ¿o no?

- No se a que te refieres. - me encogí de brazos ocultando la mirada detrás de mi cabello tratando de jugar y desviar la conversación a algo más simple.

- Si no quieres hablarlo esta bien. - se quejó - Además, los chismes aquí corren rápido, creo que me doy una idea.

- Esos chismes son una mierda. - aclaré - Nadie sabe la verdad.

- Ilumíname. - sonrió coqueto.

Tal vez fue la cerveza, la noche o el hecho de que había salvado mi vida lo que me dio la confianza de abrirme y contarle mis grandes secretos esa noche.

- Hace unos años hubo una gran explosión, la maldita máquina de Magneto casi nos mata a todos, tuvimos pérdidas irreparables. - suspiré pensando en Pyro - No pude salvarlo. - tome un trago largo de la cerveza para darme valor - Jamas lo volví a ver después de eso.

- ¿Murió? - le mire, las imágenes de aquellas pesadillas comenzaron a saltar en mi mente.

- No... no lo sé. - suspiré - Todo mundo me dice que murió pero jamás encontramos su cuerpo, yo se que sigue vivo, puedo sentirlo... pero probablemente tengan razón y tal vez este muerto y yo necesito avanzar. - tome un trago desesperado.

- ¿Como era el? - se acomodó en su asiento como poniendo toda su atención en mi, me perdí en su pregunta - ¿Estás bien?

- Si. - asentí con la cabeza - Esta bien, es solo que nadie me había preguntado eso antes. - aclaré mi garganta - Gambito era... - no pude evitar soltar una sonrisa - Impredecible, jamás sabías lo que pasaría estando con el, tan desinteresado, irresponsable, divertido en ocasiones y cínico en muchas otras. - soltó una risa - Me conocía mejor que nadie, un mentiroso y ladrón innato pero lo más sorprendente de todo es que tenía corazón. - baje la mirada, los recuerdos aún dolían - Gambito era muchas cosas que no podría terminar de describir.

- Realmente lo amabas. - bajo la mirada.

- Si, bueno, eso pasa con tu primer amor, supongo. - sonreí avergonzada.

- Que tierna, jamás había visto este lado de ti. - me miro dando un trago a la cerveza.

- ¿Que lado? - le mire confundida.