50. La verdad

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Rogue POV:
Entramos en la fábrica, estaba obscura, todo era escombros y pedazos de metal ya oxidado, la sensación familiar aumentaba.

- Wade. - murmure - ¿No sientes algo raro?

- Yo siempre siento algo raro, muñeca. - este en tono sarcástico, encogió los hombros - Pero sí, hay algo raro, como si alguien estuviera jugando a las escondidas.

Al doblar una esquina, un destello metálico cruzó mi vista periférica, fue demasiado tarde cuando escuché el chasquido del disparo.

- ¡Rogue, cuidado! —gritó Wade mientras ambos nos lanzábamos detrás de una pila de escombros.

El sonido de los disparos resonaba por toda la fábrica mientras Wade y yo nos abríamos paso entre los escombros. Habíamos oído que la droga estaba en algún lugar aquí, pero no esperábamos tanta resistencia.

Me tiré al suelo rodando detrás de una columna evitando que las balas me encontraran mientras Wade, riéndose como si fuera un día soleado en el campo lanzaba granadas de humo para perderlos.
Nos habíamos enfrentado a peores enemigos pero algo en el aire se sentía distinto. Los asesinos se movían rápido, uno de ellos se lanzó hacia mí con un cuchillo, pero logre derribarlo con un golpe rápido, más seguían llegando.

- ¿Cuántos malditos asesinos están en esto? - me queje agitada mientras le lanzaba un golpe al siguiente asesino que se me acercaba.

En medio del caos, noté algo raro. Había un grupo que se mantenía al margen de la pelea, se movían rápido aprovechando que el resto estaba entretenido luchado por sus vidas, cubiertos con trajes oscuros.
Eran demasiado organizados para ser simples mercenarios, uno de ellos me resultaba familiar, pero no podía perder tiempo ahora.

La droga estaba cerca, Wade y yo nos acercábamos más, luchando contra los asesinos, cuando vi que uno de los hombres con el traje se desvió del grupo principal y corrió hacia una esquina oscura.

Mi corazón se detuvo por un segundo.

- Wade. - susurré aterrada - Cúbreme, algo no está bien. - avance lentamente siguiendo a aquel tipo.

La forma en que se movía, su silueta, podía sentirlo en los huesos, era muy familiar.
Mi respiración era pesada, no solo por la pelea, sino porque algo en mí sabía que lo que estaba a punto de descubrir cambiaría todo.

Corrí hacia él derribando de un golpe, quería estar equivocada, mis manos temblaban, le retire la máscara del rostro y la verdad me sorprendió.

- Gambito... —mi voz salió en un susurro, llena de dolor.

No podía ser cierto, durante años, creí que estaba muerto, y ahora, justo aquí en medio del caos, estaba de pie frente a mí, como un fantasma del pasado.

Gambito POV:
El estruendo de balas y explosiones llenó el aire, pero todo parecía moverse en cámara lenta para mí.
La fábrica era un caos. Las balas silbaban por el aire mientras el gremio y los asesinos se lanzaban el uno contra el otro, cada cual desesperado por conseguir la droga.

Para mí, todo se reducía a mantenerme en las sombras y esperar el momento perfecto. Sabía que no sería fácil, pero no contaba con que Rogue también estaría aquí.

Mantuve mi máscara puesta, confiando en que el caos me ayudaría a mantenerme fuera de su vista, pero de un golpe Rogue me derribó al suelo, sabía que no podría escavar de ella, lo sentía en mi.

- Gambito... - escucharla decir mi nombre otra vez fue suficiente para detenerme en seco.

No quería que este fuera el lugar ni el momento para ese encuentro, pero ahora que ella me había visto, sabía que no habría vuelta atrás.
Antes de que pudiera decir algo, otro estallido sacudió la fábrica. El idiota de Julien había lanzado una granada demasiado cerca de donde estaba la droga.

Eternamente (Rogue x Gambito) X-MenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora