Las reglas estaban claras, cada miércoles se verían y tendrían sexo, nada de sentimientos, nada personal, las dos mujeres ni siquiera sabían el nombre de la otra.
Pero el destino hace de las suyas, y Carina DeLuca, doctora del Grey Sloan Memorial c...
Carina y Maya se habían duchado, lo que había servido para que Maya se calmase un poco, después volvieron a tumbarse en la cama, estuvieron un buen rato así, sin que ninguna dijese nada, pero no era un silencio incómodo, simplemente se miraban la una a la otra.
Carina estaba recostada, con una parte de su cuerpo incorporada para ver mejor a Maya, mientras ésta estaba completamente tumbada, la italiana acariciaba su rostro con una sonrisa, dulcemente
-Sei bellísima, sei forte, tenace... -decía Carina con dulzura en italiano
-No entiendo nada de lo que estás diciendo, pero me ayuda –dijo Maya sonriendo, escuchar hablar a Carina en italiano siempre la tranquilizaba a la par que le ponía.
-Ve a brillar con tu luz, bella. Di la verdad, dame un bacio
-¿Qué te bese? –preguntó Maya sonriendo mientras se acercaba a los labios de Carina
-Sí –dijo ésta riéndose mientras se fundían en un beso
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Una alarma hizo que las dos mujeres se quejasen por tener que separarse, Maya comenzó a vestirse, lo que hizo que Carina también lo hiciese
-¿Quieres que te lleve? –preguntó Maya
Carina sonrió, porque era la primera vez que parecía no importarle que los demás las viesen llegar juntas.
-Debo ir al hospital antes de ir a la estación, Miranda tiene revisión –dijo Carina
-¿Cómo se encuentra? –preguntó seria Maya
-Es fuerte, igual que Ben, pero nunca es agradable decirle a una madre que ha perdido a su bebé
-Sí, lo supongo –dijo Maya-. ¿Nos vemos luego, entonces?
-Claro –Carina la agarró de la nuca y la besó con intensidad antes de que ambas mujeres se separasen
***
-Hola forastera –dijo Amelia Shepard cuando vio a Carina en su despacho-. ¿Me harás la revisión ya que estás aquí?
-¿Sabes que hay algo llamado cita previa? –le preguntó Carina aunque su rostro no dejaba de sonreír
-¿Para qué sirve entonces tener una amiga obstetra?
-Intentaré no ofenderme por eso –dijo Carina mientras preparaba el ecógrafo
Después de comprobar todas las constantes del bebé, que la placenta estuviera bien, y las mediciones del niño, comenzó a limpiar a Amelia
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