Maya agradecía a diario el tener a Carina a su lado, la muerte de Pruitt Herrera había sido un duro golpe para ella, al igual que para toda la estación 19, pero ella por ser la capitana iba a ser juzgada por la muerte de su mentor ante sus superiores, la única por la que no se derrumbaba era por Carina, que a pesar de que ella también se encontraba triste por la muerte del capitán Herrera, era un bálsamo para Maya, la luz en un oscuro túnel.
-¿Estás segura que no quieres que esté aquí? –preguntó Carina apoyándose en la mesa de Maya
-No, no hay nada que puedas hacer –dijo Maya agarrando su mano y acariciándole el dorso de la mano con su pulgar-. Necesito centrarme en esto, y si me dejan seguir siendo capitana en ayudar a Vic a recaudar dinero para el entierro con honores del capitán Herrera. Y tú debes traer niños a este mundo, no creo que la mujer que está esperándote en el hospital pueda posponer su día de parto
-Lo sé, pero me gustaría...
-Carina, has hecho mucho por mí, te has quedado toda la semana en mi casa, acompañándome, no dejándome que me culpe y me hunda, has hecho más de lo que podría imaginar...
-No podía dejarte sola, no quería hacerlo –Carina le dio un dulce beso en los labios para callar las palabras que estaba a punto de decir, porque te quiero, le iban a salir tan naturales que le daban miedo-. Vendré cuando acabe
-Muy bien –Maya la retuvo unos instantes besándola un poco más antes de dejarla ir
***
Maya llevaba un rato contando al jefe Dixon y a los evaluadores lo que había ocurrido, cada vez que se encontraba con el jefe Dixon su enemistad crecía, él quería un cabeza de turco al que culpar y Maya no era de las que se rindiese sin luchar
-Permitiste que un civil subiese a un punto crítico sabiendo que moriría –dijo el jefe Dixon
-No señor, dejé que un capitán de bomberos respetado por todos subiera a un punto crítico sabiendo que moriría –Maya hacía esfuerzos porque las lágrimas no se le escapasen, aun le dolía el recuerdo de aquel día
-Bishop, debes controlarte, no quiero arrepentirme de apoyar a una mujer para que sea capitana –dijo el jefe Dixon mientras los evaluadores se miraban
Maya no daba crédito a lo que estaba oyendo, era ofensivo a la par que bastante machista
-Mi antiguo capitán abrió una cubierta y murió en mitad de un incendio para salvar a todo mi equipo –dijo Maya inclinándose hacia delante para enfrentarlo-. Son lágrimas de gratitud, de asombro y de admiración y no voy a disculparme por llorar. También lloré cuando gané la medalla de oro, han visto a jugadores de ciento veinte kilos llorar cuando ganan la super bowl y no son menos héroes. Me está usted pidiendo que reviva el día en que murió mi héroe y mi equipo vivió. No voy a pedirle disculpas por emocionarme. Sentir mientras trabajo es una cualidad que el capitán Herrera me transmitió y que él alababa. Sentir mientras trabajo me hace superior, no inferior a los que no sienten.
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Rompiendo las reglas
FanfictionLas reglas estaban claras, cada miércoles se verían y tendrían sexo, nada de sentimientos, nada personal, las dos mujeres ni siquiera sabían el nombre de la otra. Pero el destino hace de las suyas, y Carina DeLuca, doctora del Grey Sloan Memorial c...