Capítulo 10

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Carina estaba sentada en las piernas de Maya, ésta sentada en la silla de su escritorio, llevaban casi media hora en esa posición, besándose.

Después de la discusión en la que casi Carina se marchó de allí y que por la última intervención de Maya no lo había hecho, ambas mujeres se habían quedado en el despacho, entre ambas se habían comido la lasaña, entre besos y arrumacos, pero una vez la lasaña quedó olvidada, ambas mujeres prefirieron pasar el tiempo entre besos y caricias.

-Debo irme, Maya –dijo Carina riendo cuando Maya había comenzado a meter su mano debajo de su camiseta e intentaba quitarle el sujetador

-No tienes por qué... -insistió Maya haciendo un puchero cuando la italiana se levantó de sus piernas

-Debo reponer el camión médico por si vuelve a haber una salida, Ben se ha quedado en el hospital y estaré sola con el capitán Herrera –le explicó Carina inclinándose una vez más para besarla, pero retirándose rápidamente antes de que la rubia volviese a atraparla entre sus brazos

-Está bien –dijo Maya volviendo a su pose profesional-. Yo debería llamar a Warren para saber si hay alguna novedad, y crear un calendario para las comidas a su mujer

-Muy bien jefa –Carina acarició el rostro de Maya con ternura, en sus ojos volvía a verse la sombra de la culpa-. Pero es una operación larga la que debían hacerle, aún tardarás en saber su estado

Carina fue hacia la puerta, estuvo a punto de salir cuando en apenas un susurro escuchó la voz de Maya

-Gracias..., por esto...

Carina se giró, Maya la miraba avergonzada, la italiana simplemente sonrió y se marchó.

***

La poca paz que había en la estación se rompió cuando un nuevo aviso hizo que todos se pusieran en marcha. Carina tamborileaba el salpicadero del camión nerviosa. El capitán Herrera la miró.

-Debería estar yo nervioso que seré quien haga de enfermero ahora que Warren no está

-Lo siento –dijo Carina cesando el ruido, agarrando la mano con su otra mano para detener el temblor-. Soy obstetra, puedo llevar a cabo varios partos sin pestañear, pero es la primera vez que voy a hacer medicina general sola, normalmente Ben se encarga de hacerlo todo y yo solo le ayudo, pero estar yo a solas... Nunca he perdido a un paciente, ¿sabe? Mi tasa de mortalidad es cero..., pero este trabajo, aquí, con los bomberos, en un terreno que no es el mío...

-Si está aquí es porque puede hacerlo, para eso dan el cursillo antes de mandaros a la estación, si te han visto apta es que puedes hacerlo, sino la doctora Bailey no te habría dejado venir

-Sí, tienes razón...

-Además puede que sea solo una torcedura de...

Pruitt Herrera no pudo acabar la frase, acababan de llegar al lugar del accidente, allí había un gran accidente de tráfico, una camioneta se había estrellado con varios motoristas, había al menos seis motoristas en el suelo, todos sin moverse, la camioneta estaba estrellada.

-¿Solo una torcedura? –preguntó con ironía Carina mientras se apresuraba a salir del camión con su equipo médico

-DeLuca, ¿sabes el color de etiquetas? –preguntó Maya mirando seria a Carina

-Sí –dijo Carina

-Si no, dilo

-Rojo urgente, verde para los que no tienen lesiones mortales, amarillo para leves y negro para muertos –recitó Carina. Había visto a Owen Hunt dar el curso de trauma a los novatos, simulando accidentes graves y donde el etiquetado era importante, por suerte ella nunca había tenido que hacerlo

Rompiendo las reglasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora