Capítulo 39

1.6K 111 7
                                    

-Chicos tenemos que hablar... -Maya entró en la cafetería de la estación donde estaban sus compañeros

-¡De tu boda! -soltó Vic-. ¿Cuándo pensabas contarnos que te ibas a casar?

Travis cogió a Maya en brazos en un gran abrazo

-Si, bueno, no hay como pedirle a tu novia que se case contigo y que se vaya...

-Espera, ¿se va? -preguntó Andy preocupada

-Sí, tiene que irse hasta que estén los papeles del registro listo -explicó Maya

-Dime que harás una boda lésbica en el parque de bomberos -pidió Vic

-Me ha costado mucho que se case conmigo, no creo que vayamos a celebrarlo, aunque si iremos al registro -aseguró Maya

Maya salió de allí y se fue a su despacho, Andy la siguió

-Capitana, ¿cómo estás?

-Si ponerme morada a galletas para no pensar que mi novia se va al ojo del huracán de la covid y que inmigración va igual de bien que justicia..., pues estoy bien, perfectamente -aseguró Maya

-¿Qué galletas? ¿Aún tienes?

-Lárgate -dijo riendo Maya sabiendo que Andy lo había hecho para hacerla sonreír

***

Los días pasaron, Maya y Carina apenas habían hablado mientras la Carina había estado en Italia, demasiado trabajo, distinto horario, aunque sí se mandaban mensajes siempre que podían, algunos audios diciendose lo mucho que se extrañaban, y aunque fuese una vez a la semana, sin importar la hora intentaban hablar para contarse como estaban.

La boda seguía adelante, finalmente habían decidido celebrarla en el restaurante de los padres de Vic, un lugar íntimo, no podían invitar a muchas personas por el límite de personas que podían estar, pero sí los suficientes, los más íntimos. Andy sería la dama de honor y Andrew sería el padrino de Carina.

Pero todo tenía que esperar a que Carina regresase, mientras tanto Maya se centraba en lo que mejor sabía hacer, su trabajo, y como si el destino la escuchase, sonó la alarma que le indicaba que había un aviso al que tenían que acudir.

El equipo acudió al lugar del aviso, una casa estaba ardiendo, Maya comenzó a dar órdenes, pero su equipo sabía actuar en aquellos casos, dejó que su equipo entrase mientras ella iba a ver a los curiosos que estaban fuera de sus casas, especialmente a los vecinos contiguos de la casa en llamas

-Hola, soy la capitana Maya Bishop, ¿sabe cuántas personas hay dentro?

-No lo sé, ¿siete u ocho personas? Hay muchos niños y ancianos, están pasando el confinamiento juntos, su hijo pequeño es amigo de mi hijo -explicó la mujer que se la veía verdaderamente preocupada

Maya avisó a su equipo de las posibles personas que podría haber en el interior, vio como Andy y Sullivan fueron los primeros en entrar, el temor a que alguien saliese herido que tenía siempre ante un incendio así, lo echó a un lado, como siempre, ese era su trabajo, estaban capacitados para ello. Comenzó a hacer los trámites, llamar a los hospitales, pedir que despejaran la zona, mientras no dejaba de hablar por la radio veía como su equipo iba sacando uno a uno a todos los que habían en la casa

-Hay una mujer, una anciana de noventa años que no encontramos -le informó Andy antes de volver a meterse en la casa

Maya vio como la mujer con la que había hablado momentos antes comenzaba a llamar a su hijo, se acercó a ella

-¿Se encuentra bien?

-Es mi hijo, no lo encuentro, he ido a despertarlo y no estaba, le encantan los bomberos así que seguramente se encuentre por aquí

Rompiendo las reglasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora