El factor común es el sexo (Ateez/BL)

09 |Negación|

YUNHO

Había despertado antes de que sonara mi alarma, aún tenía tiempo para dormir pero decidí alistarme para ir a la universidad. La noche anterior había sido increíble. Se sintió sumamente bien estar con Yeosang y a parte del sexo, en general era agradable estar con él. Pero en el fondo era consciente de que tan solo la presencia de Mingi era capaz de hacerme sentir todo tipo de emociones indescriptibles. No importaba con cuántas personas estuviera, no importaba que tan buenas fueran en el sexo o que tan agradables, ninguna de esas personas era Mingi. Porque sin importar el tiempo que pase siempre será él, Song Mingi.

Aveces me sentía patético porque había conocido a personas maravillosas y aún así no podía "superar" ese amor por mi mejor amigo. Por otra parte siempre les dejaba saber que no era capaz de darles lo que merecían, dejando que fueran libres para que encontraran a alguien que los hiciera sentir tal cual Mingi a mi.

Terminé de acomodar todo lo necesario para la universidad, no tenía hambre por lo que no desayuné, tampoco me molestaba llegar temprano a la universidad, eran a penas las 6:30 y el primer periodo era a las 8:00. Finalmente decidí salir del apartamento, llevándome una gran.

–Buenos días.–dijo un adormilado Mingi, se encontraba sentado frente a mi apartamento.

–Buenos días, ¿llevas mucho aquí?–dije sentándome a su lado.

Recargó su cabeza en mi hombro y entrelazó su brazo con el mío acortando la distancia que había.

–Al rededor de 15 minutos.

Mi corazón estaba a mil, siempre que tenía esta cercanía con Mingi sentía como mi felicidad alcanzaba su punto máximo.

–¿Por qué viniste?–pregunté mientras tomaba su mano para entrelazarla con la mía.

Estos afectos eran común entre nosotros, para mi significaban todo, valían todo pero no sabía si para Mingi tenían significado o valor alguno. Siempre que tenía ese pensamiento algo en mi interior se rompía, sentía un vacío inmenso y la melancolía se hacía presente.

–Ayer...creo que fui inmaduro.–levantó un poco su cabeza, por instinto bajé la mía para buscar su mirada.–Cuando me platicaste sobre Yeosang, me sentí un poco raro, quizás era molestia pero no entiendo porqué. Después de eso nos distanciamos.–sentía su aliento chocar contra mi rostro, la distancia era prácticamente un hilo fino.–No tengo nada en contra de Yeosang, tampoco me opongo a tus decisiones.–bajó su mirada hacia nuestras manos que aún estaban entrelazadas.–Solo...no quisiera que te alejaras de mi si se diera el caso de que consiguieras pareja.–dijo con un tono triste. Me solté de su agarre y pasé mi brazo por sus hombros, abrazándolo, acurrucándolo en mi pecho.–Yo quiero poder ser así contigo para siempre, que todo sea igual y que nunca cambie. Que sin importar qué, siempre seamos Yungi.–sentí tantas emociones en ese momento, las palabras de Mingi ocasionaron que mi corazón latiera cada vez más rápido.

Tomé su barbilla, haciendo que me mirara.

–Escúchame bien, Song Mingi.–dije en tono serio.–No hay nada en este mundo, ni en ningún mundo, universo, galaxia, ni en todo el por venir, que logre que yo cambie contigo. No importa lo que suceda o incluso si tú me haces daño, yo seguiré aquí, siendo de la misma manera contigo. Deberías saberlo ya, Mingi.–mis ojos se cristalizaron, no entendía como él podía llegar a pensar que en algún momento cambiaría, cuando prácticamente todo yo le pertenecía a él.

Se situó frente a mi, tomó mi rostro entre sus manos y con sus pulgares secó unas lágrimas que habían escapado sin permiso alguno.

–Yunho...–susurró mientras juntaba nuestras frentes.–Quizás lo de ayer no fue la gran cosa pero no aguantaba el estar sin hablarte, incluso no pude conciliar el sueño, por eso vine aquí, para arreglar todo.–dijo con unas pequeñas lágrimas en sus ojos.