23 |Nosotros|

151 24 7
                                    

YUNHO

En el pasado estuve con varios hombres que quisieron intentar cambiar "roles", nunca lo permití. No es que no quisiera ser pasivo nunca, sino que ninguno de ellos era Mingi. Siempre supe que si sucedía, sería con Mingi.

Observé sus manos, temblaban mientras trataba de abrir el lubricante.

–No estés nervioso, no es la primera vez que eres el activo.–dije para tratar de calmar sus nervios.

–Pero es la primera vez contigo, de hecho, es tu primera vez. Tengo que hacerlo bien.

Me apoyé sobre mi codo izquierdo y con mi mano derecha acaricié la mejilla de Mingi, luego le di un corto beso.

–Lo harás bien.–le sonreí.

Él asintió con una sonrisa.

–Bien, relájate, si tú cuerpo se tensa será más complicado.–dijo mientras acariciaba mi entrada.

Introdujo el primer dedo y todo bien, hasta que comenzó a girarlo para tratar de expandir mis paredes, causando que jadeara. Sabía que sería delicado, que haría todo con calma pero comenzaba a impacientarme.

–Puedes...otro.

Y así lo hizo, introdujo otro dedo antes de continuar con los movimientos. Con suma precisión tocó cierto punto de forma lenta pero dura, ocasionándome un gemido.

–Mingi...por favor.

Estaba sumamente caliente y solo eran dos dedos, la habilidad de Mingi era innegable, podría decir que incluso mejor que la mía. Lo demostró cuando introdujo el tercer dedo, haciendo que arqueara mi espalda. En ese punto, me encontraba mordiendo mi labio para evitar ser escandaloso. Era la primera vez que me sentía tan abrumado por la ola de sensaciones y por si fuera poco...

–Oh...Mingi.

Gemí cuando tomó mi miembro y comenzó a bombearlo, sí, estaba sobre estimulado, tanto que el orgasmo me tomó por sorpresa. En un gemido ahogado me corrí, manchando mi abdomen y la mano de Mingi. A pesar de estar sin aliento me encontraba aún más excitado de lo que estaba antes.

–Yuyu,–me sonrió triunfante–si te molesta o incómoda, házmelo saber y me detendré–dijo mientras se posicionaba mejor entre mis piernas, luego subió cada una a sus hombros–Oh, espera.–tomó el condón y se lo colocó.

Tan pronto sentí su miembro rozar mi entrada suspiré y relajé mi cuerpo lo más que pude. Mingi temblaba y me miraba fijamente mientras con suma lentitud se habría pasó en mi interior. Noté que los músculos de sus brazos se tensaron así que coloqué mis manos sobre ellos y los acaricié.

No me dolía, era incómodo pero no insoportable, sin embargo cuando estuvo completamente dentro apreté con fuerzas sus brazos. Mingi estaba jadeante, sabía por las sensaciones que estaba pasando y aún así esperó hasta que yo me acostumbrara.

–Puedes...moverte...

Retrocedió con lentitud y se introdujo con aún más lentitud.

–Oh...–gemí mientras tiraba mi cabeza hacia atrás.

Ese ritmo lento, lo sacaba casi completo y luego embestía hasta lo más profundo, me estaba volviendo un manojo de gemidos y palabras poco entendibles. Dios, realmente era una sensación tan enloquecedora.

–Mingi...por favor...ugh

–¿Qué quieres, Yuyu?

Preguntó ladeando la cabeza, con una mirada inocente mientras aumentaba las estocadas y soltaba pequeños gruñidos. Tenía la mirada mas lasciva que jamás había visto, su cuerpo lucía demasiado erótico. Los sonidos, las caricias, las sensaciones y la exitación, me sentía embriagado.

El factor común es el sexo (Ateez/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora