Vuelo#67

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Shang Qinghua piensa que Shen Qingqiu ha enloquecido cuando le dice que se ha encontrado con otro Luo Binghe.

El Luo Binghe original...

De cierta manera aquellas palabras le causan ansiedad ante la posibilidad de que el mundo original que ha creado exista.

Un mundo nacido de todos sus fallos como escritor, un mundo nacido de su ambición y por necesidad.

No sabe que sentir por aquel producto inicial fallido, muchas veces le ha salvado de quedarse en la calle, muchas otras le ha ganado la frustración de pervertir su obra de tal manera. Todo en ese mundo está roto.

¿Aunque qué tiene de diferente aquel mundo a este?

Se siente igual de vacío y solo, corriendo contra el tiempo y las amenazas de muerte de parte del sistema, que está exhausto.

Tanto ha hecho para construir la felicidad de otros, pero al final ¿qué hay para él?

La pantalla del sistema solo le da un frío mensaje de "Felicitaciones", aun así, no siente que se ha ganado nada, más que el derecho de vivir.

¿Pero vivir cómo?

No sabe que quiere hacer ahora que tiene una supuesta libertad.

Cuando Mobei-jun le ha dicho que se marche, lo ha hecho, solo para terminar volviendo, piensa que al menos no está mal mientras le sigan necesitando.

Mobei-jun le ha dicho que ha dado su palabra desde el inicio y debe cumplirla, es así como siente que aquellas palabras son un grillete en su cuello, como aquella cuerda que Mobei-jun ató a él para evitar que escape cuando se conocieron.

Mientras continua su rutina diaria con la cara metida entre los papeles importantes no deja de preguntarse si realmente ha hecho la elección correcta.

"Pronto el rey deberá casarse"

"Estos asuntos no le conciernen a un humano"

Se siente tan desubicado al ser un humano entre demonios. Muchos aún se preguntan que hace allí. Otros simplemente le toman como desahogo por tomar el grueso de trabajo que nadie más querría o que resulta tedioso en el palacio. Es así como ha terminado en una oficina para sí mismo, pero de la cual no sale y apenas puede ver más allá de sus manos porque solo escribe día y noche.

No cree que pueda quejarse con Mobei-jun. Ha sido él quien ha elegido esto y Mobei-jun no le debe nada, más bien solo ha pedido un plato de fideos que la verdad ha salido terrible y poco satisfactorio.

Aquel sabor que nunca va a olvidar, le devuelve a la realidad y le saca de sus fantasías. Los cuentos de hadas no existen y mucho menos él es un ganador en la vida, lo normal es que todo le salga mal la mayoría de las veces.

Esta vez ha decidido hacer una caminata alrededor de su pico para tomar algo de aire fresco de la montaña. Duda que Mobei-jun tenga algo que reclamar, al menos ha dejado una nota.

Necesita estirarse y despejarse, quizás es más fácil apagar el cerebro y andar en modo automático, pero hay veces en las que ya no da para más.

La inmortalidad puede ser una ventaja y desventaja a la vez, al menos ya no siente hambre con frecuencia, el cansancio solo le golpea cuando es extremo, pero dejar de pensar en cuestiones mundanas como esas y que su vida ya no esté en constante peligro de ha dejado con un gran vacío de no saber que hacer.

Quizás debería entrenar, ¿ser más fuerte? ¿Mejorar su escritura? ¡Ah! No sabe cómo sentirse cuando hay personajes que escriben mejores novelas que su propio creador. Al menos las suyas se venden y le da un poco de satisfacción.

Como conquistar a un autor idiota y no morir en el procesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora