Vuelo #5

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"Mi rey si me voy ahora no nos volveremos a ver, no importa cuánto lo intentes nunca me encontrarás"

Las palabras de Shang Qinghua resonaban en su cabeza, había dicho algo hiriente, estaba enojado y frustrado por el concejo de ancianos que no hacían más que presionar con la idea del matrimonio y un heredero, venía evitando el tema de manera abrasadora pero no fue hasta que Shang Qinghua vino a él con una lista de posibles intereses amorosos, hijas de demonios con buen status y de gran poder que podían ser más que bien vista su unión para solucionar todos sus problemas políticos.

- ¡¿Qué demonios es esto?! - rugió con molestia rompiendo por la mitad la lista en la cara de Shang Qinghua.

- Mi rey, al menos dele la oportunidad, estoy seguro de que alguna de estas bellezas estaría a su altura, son jóvenes demonio de familias noble y de gran poder...

- ¿Quién te ordenó que hicieras esto? - Mobei-Jun crujió sus dientes y apretó sus puños.

- N-nadie, pero no puedo quedarme de brazos cruzados, sé muy bien que este tema le atormenta, así que por su tranquilidad y por la paz en este reino he pensado que quizás debía ayudarle.

- ¿Ayudarme? - sus fuertes manos tomaron de los hombros a Shang Qinghua que le miró temeroso ante la furia que reflejaba en sus ojos- ¿Qué demonios crees que haces? no te traje de vuelta al palacio para hagas trabajos inútiles. Realmente me decepcionas.

Mobei-Jun no quería esto, realmente pensaba que se había esforzado, es que acaso esos fideos que había cocinado no habían significado nada, llevarle a su ceremonia de ascensión...

- Vete, traerte aquí de vuelta fue un error - le dio un empujón escuchando como se golpeaba contra el escritorio que tenía detrás.

Shang Qinghua no entendía que le ocurría a su rey, trató de hablarle, pero tal y como aquella vez le alejó de un golpe.

Realmente lo había arruinado, pensó.

- Entiendo, este Shang Qinghua entiende...- le escuchó decir y Mobei-Jun no se movió, simplemente escuchó los pasos de Shang Qinghua alejarse y como la puerta se cerraba detrás de él.

En un arranque de ira y frustración había terminado alejando a la persona que más le importaba.

No quería tener a un demonio fuerte a su lado, no quería a una belleza sin igual, no quería status con el cual vanagloriarse, simplemente quería a ese estúpido cultivador sin escrúpulos, del rango más bajo, con una belleza que él podía catalogar como común pero que tenía un encanto sin igual, no necesitaba al más fuerte cuando tenía al más valiente e inteligente a su lado, alguien que sacrificaría tanto sin pedir nada a cambio más que un simple cuenco de fideos.

Aun así, se había esforzado, pero había fallado, no hacía que sus sentimientos llegaran a Shang Qinghua, este actuaba con normalidad, con la firme idea de ser un sirviente y nada más.

Comenzó a pensar que su orgullo era el mayor obstáculo que tenía, era una lucha contra sí mismo, debió mandar a la mismísima mierda hacia un rato los comentarios de los ancianos, pero simplemente los evadía.

Abrió la puerta de golpe y comenzó a buscar por todas las habitaciones, llegó a la habitación que se había acondicionado especialmente para Shang Qinghua y no pensó en anunciarse, solo abrió la puerta notando que esta estaba vacía, comenzó a buscar desesperadamente a Shang Qinghua en los lugares que solía frecuentar, luego revisó cada rincón, pero él no estaba allí, terminó de regreso a su habitación, que era cálida, algo que molestaba a los demonios de hielo pero que él había aprendido a tolerar y a amar, notó entonces que faltaba la espada de Shang Qinghua y parte de sus cosas.

Como conquistar a un autor idiota y no morir en el procesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora