Vuelo #140

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-¿Estás seguro de que este es el camino correcto? - Shen Qingqiu miraba el mapa que Shang Qinghua sostenía.

- Estamos en el bosque de las arañas demonio, de acuerdo a mi informante pude conseguir un mapa de su nido distribuido en esta área, el nido principal está cerca del gran árbol pasando sus defensas. No es fácil moverse entre el camino de telarañas. - explica Shang Qinghua.

- Este camino es un desastre, además la telaraña se adhiere a mi túnica nueva - se queja Shen Qingqiu.

- Eres demasiado mimado, hermano Shen - dice Shang Qinghua limpiando como si nada la telaraña de su túnica.

- Shizun no es mimado, solo no está acostumbrado a este tipo de terreno - defiende Luo Binghe.

- Pues parece que a cierta persona le falta pisar pasto - dice Shang Qinghua y Luo Binghe le mira peligrosamente.

- Qinghua, es mejor seguir el camino señalado - Mobei-jun nota que las cosas se ponen algo tensas, después de todo Shang Qinghua parece olvidar que Luo Binghe está para defender siempre a Shen Qingqiu.

- S-Si mi rey - Shang Qinghua casi mete la pata y casi provoca al protagonista para que acabe con él, a veces se le olvida que no están solos.

Mientras siguen avanzando en el bosque cubierto de telarañas, donde cualquiera se perdería si no supiera de manera concreta donde se estaban metiendo, ya habrían descubiertos y envueltos en capullos para ser digeridos posteriormente.

Los demonios araña por lo general eran bastante astutos y temidos, con tantas patas y ojos, tenían una gran agilidad y percepción de campo. Shang Qinghua odiaba la idea de haber escrito enemigos tan espeluznantes como estos. Aunque más aún detestaba la idea de haber propuesto venir aquí sin recordar los detalles importantes.

La mención de un estúpido tesoro que había hecho que Shen Qingqiu se emocione como niño y que Luo Binghe saltara como macho dispuesto a complacer los caprichos de su waifu, que patético pensó Shang Qinghua, cuando no veía que cuando apenas agitaba la mano pidiendo pluma y tinta ahí estaba Mobei-jun apareciendo de la nada.

Ambos eran un par de mimados, solo que ninguno lo admitiría primero.

El laberinto de telarañas se hacía cada vez más denso, lo ideal era evitarlas, ya que se percatarían a la menor perturbación.

Luo Binghe quería prenderle fuego a todo el lugar, era más fácil, pero Shang Qinghua no quería tener que lidiar con ejército de arañas asesinas.

Bueno que emoción había si todo se acaba de un simple golpe, la exploración era todo un arte, pensó.

Con mucha paciencia y agilidad habían llegado hasta el gran árbol sin causar mayor revuelo, solo debían entrar al nido principal y tomar el tesoro en su interior.

Ojalá fuera tan simple.

Mientras ya todos daban por hecho el camino, Shang Qinghua seguía revisando el mapa, se había quedado atrás.

- ¿Mi rey?

Un ruido espeluznante le hizo erizar la piel. No se quería girar.

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.

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- ¿Estás seguro de que es por aquí? ¿Huh?

Shen Qingqiu y los demás se giran al ver que Shang Qinghua había desaparecido misteriosamente.

Un grito se escucha desde la oscuridad.

De inmediato Mobei-jun pretende ir a buscarle, pero antes de que pueda avanzar las arañas demonio han llegado para acorralarle.

Como conquistar a un autor idiota y no morir en el procesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora