Vuelo #120

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Notas: parte 4 del anterior (?)

Shang Qinghua podría decir que el sistema tenía algo contra él por ponerlo en una situación así. Su bebé al menos había crecido como un buen demonio alimentándose de su madre y dándole muy buenos dolores de cabeza y pesares.

El bebé había decidido nacer ya faltando poco para la fecha prevista, aunque era de suponerse basándose en que tenían contemplado que sería "prematuro".

El parto sería natural, ya que la cesárea era arriesgada, el nacimiento de un híbrido de por sí era todo un acontecimiento.

Ahora Shang Qinghua tomaba con fuerza las telas dispuestas a su alrededor para que tirara de ellas mientras se daba la labor de parto, tenía a los médicos de la asamblea demoníaca y a los discípulos del pico Qiang Cao de cabeza entre sus piernas mientras verifican que fuera el momento adecuado y estuviera lo suficientemente dilatado para dar a luz.

Esto nunca se lo perdonaría al sistema.

No sabe si gritó más él durante el parto o el bebé con su llanto al nacer, el primero en sostenerlo, un demonio de hielo resultó congelado in situ causando algo de pánico en el lugar.

Los ancianos aseguraban que por ser un bebé demonio obviamente no podría controlar su poder al instante.

Quien diría que los bebés demonio de hielo ya nacían para ser pequeñas máquinas destructoras, incluso con pequeños dientes.

-Vamos Mo-er no muerdas a mamá - le dice Shang Qinghua resignado al alimentar el pequeño, una escena totalmente hermosa a la vista de otros, mientras que para Shang Qinghua pensó que se quedaría sin pezón.

Mobei-jun miraba incrédulo al pequeño que había heredado el cabello de su madre, pero los ojos de su padre, una piel tan blanca como la nieve y los poderes desmedidos de un híbrido.

- Es perfecto Qinghua - dice Mobei-jun al ver al pequeño en sus brazos.

- En parte es culpa de mi rey que sea tan adorable, seguro mi rey de pequeño también era así de lindo - dice Shang Qinghua picándole la mejilla, el bebé le mira con esos ojos inexpresivos como si fuera alguna clase de pequeño hombrecito en lugar de un bebé, supongo que ese rostro bloque de hielo era herencia.

Por un momento creían que las cosas serian sencillas si seguían los pasos de los libros que habían leído, pero no había manera de prepararse para esto, un bebé con tanto poder y un ánimo tan impredecible.

Los sirvientes ya se sentían cordero al matadero cuando debían atender al bebé que si no provocaba el congelamiento automático de cualquiera que no fuera sus padres, había uno que otro cadáver que ser retirado por haber sido empalado por una estaca de hielo.

Si los ancianos temían que por ser mitad humano el bebé sería "débil" no tendrían que preocuparse, muchos de ellos ni siquiera se habían querido acercar luego de enterarse de los desastres en el palacio.

- Es todo un demonio, seguro siguió tu mal ejemplo desde la panza - dice Shen Qingqiu al ver el pequeño en los brazos de Shang Qinghua que lo miraba finamente.

-Hermano Pepino ya sabes que es parte de su comportamiento natural.

- Binghe no le dio tantos dolores de cabeza a su madre - asegura Shen Qingqiu y Luo Binghe asiente.

- Los bebés demonio de hielo son diferentes - hace un puchero.

- Pero, aunque sea un pequeño destructor, es muy adorable, ¿no crees Shizun? - Luo Binghe pide cargarlo, el pequeño le tira con fuerza del cabello, pero Luo Binghe simplemente se lo permite como buen tío consentidor.

- No me culpes si tu esposo se queda calvo - advierte Shang Qinghua, por algo Mobei-jun y él ahora tan optado por cambiar su peinado cerca del bebé tan curioso.

Ya de un momento a otro el bebé había comenzado a llorar, Luo Binghe aseguraba no haber hecho nada raro, Mobei-jun toma al bebé esperando que se calme, pero este sigue llorando desconsoladamente. Vamos que no es un pañal sucio, y apenas acaba de comer ¿por qué lloraba el pequeño Mo?

Las estalactitas se comienzan a formar peligrosamente en el techo, muchos ya se ven atravesados cómo si fueran queso suizo.

Las puertas de la sala se abren de par en par dejando a todos perplejos cuando ven allí la figura del demonio de hielo que tiene prohibida la entrada al palacio.

- No puedo soportar su incompetencia, es obvio que no saben nada - con grandes zancadas avanza y entonces toma el bebé que de un momento a otro deja de llorar.

- ¡L-Linguang-jun!

- ¿No puede ser ese es...? - Shen Qingqiu no se esperaba la entrada de este sujeto aquí.

Mobei-jun de inmediato mira con esa aura hostil a quien es desgraciadamente su tío.

- Devuélveme a mi hijo - Mobei-jun parece una bestia dispuesta a atacar en ese momento hasta que Shang Qinghua coloca una mano en su hombro.

- Eres un incompetente sobrino mío, podría simplemente esperar a que te hundas en tu miseria, pero es un desperdicio dejar que el palacio se hunda contigo.

- ¿Y tú qué sabes de bebés? ¿A qué has venido aquí?

- ¿Así agradeces mi generosidad? No hay nadie que sepa más de bebés demonio de hielo que yo ¿o es que olvidas quien cambiaba tus pañales y te limpiaba el vómito? Mira lo malo que es tu padre pequeño Mo, no deberías ser como él - le dice Linguang-jun al pequeño que le mira sin inmutarse.

Shang Qinghua suspira un poco aliviado y mira de reojo a Mobei-jun que espera alguna clase de explicación - Es una larga historia -asegura Shang Qinghua.

Bonus:

- Pero yo soy su tío favorito ¿no? - llora Luo Binghe al ver que el pequeño se reía en los brazos de Linguang-jun.

- Si Binghe, él también te quiere - le consuela Shen Qingqiu.

- Le tejeré más abrigos hermosos, ese Linguang-jun no me ganará.

Como conquistar a un autor idiota y no morir en el procesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora