A medida que su imperio se expande por medio de la conquista de pueblos y ciudades que hay en el vasto mundo demoníaco, Luo Binghe no puede estar más que satisfecho, su deseo de mantener a su Shizun a salvo controlando aquellos poblados de demonios rebeldes que son posibles amenazas, así como también obtener múltiples recompensas y objetos de valor para su imperio.
Esta vez han conquistado la ciudad amurallada que cerca de las fronteras con el reino del sur.
Seguramente el reino del sur sentirá la amenaza y presión de su parte por la constante expansión de su territorio, está más que escrito que habrá un conflicto próximo.
Mientras revisan las pertenencias del anterior regente de estas tierras, puede ver que en lo que sería su sala del tesoro hay muchas cosas extrañas, no entiende mucho que sean, pero las ignora de momento.
Nota que hay algo cubierto por una gran cortina y duda que sea una ventana, su instinto le dice que algo se oculta, tira de la cortina y tras suyo hay un gran mural.
El mural está en el idioma de los demonios celestiales más antiguos.
Mobei-jun y Shang Qinghua que le acompañan ven con curiosidad el mural.
Su conocimiento de aquella lengua extinta es poca por no decir nula pero seguramente Tianlang-Jun puede saber que yace inscrito allí y porqué le causa tanta curiosidad en este momento.
- Entonces el dios que creó el mundo murió alcanzado por un rayo y reencarnó al mundo que creó... Pero que tontería...
Sus sentidos son muy agudos, logra escuchar los murmullos del sirviente de Mobei-jun y entonces su atención se posa sobre él.
- ¿Lord Luo? - Mobei-jun está parado frente a Shang Qinghua, solo se ha puesto a la defensiva por inercia.
- ¿Qué fue lo que Shang-shishu dijo?
- ¿Eh? ¿Yo? Mi señor no he dicho nada, solo pensaba en voz alta - dice nerviosamente.
- Lo estabas leyendo. Lo que está en el mural. Tú lo puedes leer.
Shang Qinghua palidece y entonces se esconde detrás de su rey.
- No, no puedo leerlo, solo estaba recitando en voz alta una canción muy mala, es algo pegajosa y no se me quita...
Luo Binghe cree haber visto como aquel leía con fluidez y escuchar como hablaba en el idioma ancestral de los demonios celestiales, es absurdo que un simple señor del pico como él sepa leer algo como esto. Quizás toda esta campaña le ha cansado más de lo esperado y está alucinando. Piensa que necesita a su Shizun.
Aun así, le pide a Shang Qinghua que le dé una transcripción del mural, ya buscará por su cuenta el significado.
Tal y como parece nadie es capaz de leer el idioma ancestral. Tiene que terminar recurriendo a Tianlang-Jun, una molestia después de todo cuando esté está allí encerrado leyendo novelas románticas aburrido.
- Pero mira nada más. Mi querido hijo ha venido hoy a verme, no todos los días esto ocurre. Tu madre estaría feliz de verte.
- No vine aquí a escuchar tus tonterías - Luo Binghe tan rudo y directo con cualquiera que no sea su Shizun, su paciencia la verdad es escasa, si este hombre que tienen al frente que dice ser su padre no fuera un demonio celestial estaría más que muerto hace un buen rato.
- Vaya, parece que tienes prisa.
Luo Binghe le arroja frente a él la transcripción de aquel mural y entonces Tianlang-Jun deja de lado su actitud relajada para fijar su atención en el papel.
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Como conquistar a un autor idiota y no morir en el proceso
FanfictionSerie de Drabbles y Oneshots donde Mobei-Jun trata de conquistar a su tonto y despistado sirviente, hará lo que sea o morirá en el proceso. Tambien historias inconexas sobre momentos de su relación.