vuelo #155

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La corte en el palacio subterráneo era un completo caos, si una palabra podía existir para nombrar todo esto era un 'mercado'.

Funcionarios cuestionando las propuestas de otros, los generales de Luo Binghe sugiriendo guerra por cualquier cosa solo por estar aburridos, oficiales de menor rango esperando su oportunidad. Luo Binghe no decía nada, parecía enfocado en hablarle a Mobei-jun sobre como su Shizun era tan genial.

Esto era ridículo.

- ¡Silencio! - gritó Shang Qinghua rompiendo el pergamino en sus manos.

De inmediato los demonios callaron para luego mirar amenazadoramente a Shang Qinghua que lejos de verse temeroso, parecía aún más enojado comenzando un sermón sobre su comportamiento e incluso quejándose de que el emperador estaba muy tranquilo con sus asuntos personales cuando en la corte se gestaba una guerra solo por diversión.

- De solo ver el desastre en esta corte seguro que el hermano Shen se decepcionaría de cierta persona - golpe bajo.

- Oye, no te atrevas.

- ¡Pues me atrevo! - las palabras de Shang Qinghua dejaron en silencio el lugar, todos sabían lo que significaba responderle tan irrespetuosamente al emperador.

Shang Qinghua estaba muerto.

Luo Binghe no tenía paciencia alguna con alguno que no fuera Shen Qingqiu.

- Salgan de la sala - ordenó fríamente y los oficiales y todos los demás presentes se marcharon, a excepción de Mobei-jun y Shang Qinghua que aún le sostenía la mirada a Luo Binghe.

- Lord Luo... - Mobei-jun intentó hablar interponiéndose entre Shang Qinghua y el emperador.

- Mobei... Tú y yo somos buenos amigos pero... - Luo Binghe era algo berrinchudo y tenía poca paciencia.

- Qinghua, discúlpate - ordena Mobei-jun viéndole de reojo pero Shang Qinghua le ignora.

Ahora Mobei-jun piensa que está ante un momento de gran tensión, si tiene que luchar para proteger a su subordinado lo hará, aunque toda esta situación le parece algo ridícula.

Luo Binghe que quiere decir algo solo ve como Shang Qinghua se va para atrás y Mobei-jun reacciona rápidamente sosteniéndole para que no se golpee contra el suelo.

- ¡Qinghua!

- No me mires así que no le he hecho nada - dice Luo Binghe al acercarse, Mobei-jun parece no entender que le pasa a su humano - Tampoco es para tanto, solo está dormido.

- ¿Dormido? - Mobei-jun luego de observarlo bien se percata de que efectivamente la respiración de Shang Qinghua es calmada y ronca levemente.

Luo Binghe que al acercarse a Shang Qinghua ahora puede mirarlo más de cerca y a detalle, su piel luce pálida, está muy delgado, su cabello algo despeinado, sus labios secos y las ojeras bajos sus ojos le da un aspecto tétrico, de inmediato mira de reojo a Mobei-jun.

- Mobei, este humano tuyo, mi shishu, ¿lo has estado cuidando bien? - Mobei-jun está a punto de responder pero Luo Binghe se adelanta - Sólo míralo, Shizun lloraría de lo lamentable que se ve.

- Qinghua ha estado trabajando arduamente en su pico y el palacio, por más que he insistido que delegue cosas insiste en hacerlas por su cuenta, pensé que estaría bien...

-Con que exceso de trabajo, a veces un demonio solo debe imponerse Mobei, solo míralo, es obvio que si sigue así sufrirá de una desviación de qi.

- ¡!- Mobei-jun no había pensado en eso.

- Aparte de eso, supongo que su mal carácter se debe no solo a su falta de sueño, he leído muchos libros y para tener feliz a un hombre no solo necesita un buen dormir, un baño caliente, o una rica cena, sino también buen sexo.

Como conquistar a un autor idiota y no morir en el procesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora