5.Desapariciones!

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Todo sería tan fácil si no tuviera que vivir con ellos. Emma todo el tiempo intenta sacarme conversación y ser amable pero no sé porque en el fondo no creo que esa sea su verdadera personalidad. Alan por el contrario siempre me está fastidiando y mirándome, cada vez que me mira me pongo nerviosa porque me da la impresión como si me desnudara con la vista. Es tan ridículo lo atraída que me siento por él, nunca había tenido esta sensación por nadie.

—Lizi, apresurate que llegarás tarde —menciona mi madre desde la planta baja.

—Ya casi estoy —grito.

Recojo una chaqueta ya que hace algo de frío y bajo las escaleras rezando para no encontrarme con ninguno de los inquilinos .

—¿Me llevas tú?—pregunto a mi madre.

—Te irás con Alan y Emma—responde mientras me da el desayuno.

—¿¡Espera que!?_Grito algo confundida.

—Cariño sabes que han desaparecido varias personas en estos días, no puedo permitirme que andes sola por ahí y menos por el bosque, ya han encontrado dos cuerpos en el.

—Pero puedes llevarme tu ...mamá no quiero ir con ellos por favor —le ruego.

—No hija no puedo, no tengo tiempo, crei que con el contrato tendría más tiempo para ti pero parece ser todo lo contrario, tengo muchas más responsabilidades.

—Ya está decidido Lizi, irás con ellos y así estaré más segura. Además Alan tiene coche no tienes que ir andando.

Te juro que preferiría ir andando al fin del mundo que tener que ir a la escuela todos los días con él.
Sin otra opción me monte en el auto con Emma y Alan. Agradecí que ninguno de los dos me sacara tema de conversación, el viaje fue algo rápido.

—Heii llegas temprano, que novedad —Dice Yei, que está en la entrada del instituto.

—Ni me hables de eso—digo mientras lo cojo de la mano para alejarnos lo más posible de aquellas dos personas —Mi madre cada vez está más loca, ahora tengo que venir todos los putos días con ellos, según ella para protegerme de las desapariciones y los asesinatos.

—Creo que ella tiene razón. Es mejor que vengas acompañada.

—¿Tu también?—Me enfado.

—No te enfades conmigo solo te digo que tienes que entenderla. Tu madre perdió a su esposo y a una de sus hijas la misma noche, ¿crees que no tiene miedo de perderte también a ti?

No respondí, pero aquello me dejó pensando, y creo que tiene razón, he sido muy cruel con mi madre sin pensar en que ella también perdio a las mismas personas que yo. Que ella también le dolió, que ella también sufrió, pero que a pesar de tener todo ese dolor se levantó mucho más fuerte para poder sacarme adelante. Nunca me había detenido a pensar en esto.

El día transcurrió normal, excepto porque hubo otra desaparición una niña de mi edad, las autoridades piensan que estamos ante un posible asesino en serie. Alan y Emma me recogieron al terminar las clases y me llevaron a casa.



(…)



Alan...

—Otra desaparición Emma, no te parece sospechoso que justo lleguemos a la ciudad y empiecen las desapariciones.

—Que intentas insinuar Alan—Dice Emma mientras se cruza de brazos.

—Respondeme con la verdad no fuiste tú.

—Ya te he dicho que no—responde seriamente.

—Sabes que debemos controlarnos que estamos intentando no ser nosotros mismos—Habla el chico.

—Lo se hermano, y se lo importante que es esto para ti, crees que voy a arruinarlo todo.

—Eso espero Emma, sabes que me enteraré si eres tú, por tu bien espero que no me estés engañando—Se cruza de brazos y la mira amenazante.

—Mejor recojamos a tu "Lizi" y vamos a casa —Cambia de tema la chica.

Emma, lizi y yo nos montamos en el auto y comenzamos el viaje hasta la mansión de los Push. La miro varias veces por el retrovisor pero no me atrevo a mencionar palabra. La veo tan débil, tan frágil, una muñequita, ajena a todo, tan linda y tan pura. ¡Son tan diferentes!
y a la vez ...¡tan iguales!

Al fin llegamos a la mansión estacione el auto y bajamos. Al abrir la puerta Doris ya estaba en casa esperándonos con una gran merienda para todos. Segun ella quería que pasáramos más tiempo juntos y que aprendieramos a llevarnos bie.

—Valla mamá todo está delicioso —dice la chica de pelo Rubio y brillante que se sienta después de darle un beso a su madre.

—Es cierto Doris todo es perfecto —Dice mi hermana aunque sé que no le agradó mucho la idea.

—Muchas gracias señoritas—Agradece —Pues vengan conmigo, ya escogí la peli que vamos a ver todos juntos.

Caminamos hasta la sala donde habían unos grandes potes llenos de palomitas, unas latas de refrescos y en la pantalla del televisor en negra aún.

—¿Cuál veremos?—pregunto.

—Veremos una comedia, ya que quiero que la pasemos bien y que riamos mucho—parece que está muy emocionada con todo esto. Por un instante miro a Lizi y tiene una mezcla de sentimientos por momentos se le nota feliz por su madre y por otro quiere que la tierra se la trague para no tener que estar aquí con nosotros. Ya la conozco lo suficiente para poder descifrar sus expresiones.






(…)




Lizi...

Mi madre está muy contenta con que todos estemos aquí parece que estrañaba las noches de maratón con papá y hermana, no puedo negar que yo igual, y desde que murieron jamás habíamos hecho nada de esto. Parece que le está cogiéndole cariño a estos dos chicos, la verdad es que yo también estoy como que adaptandome a verlos por la casa pero aún siento como si algo no acabará de encajar. La película que escogió mi madre es una verdadera comedia no he parado de reír al igual que mi madre, Emma solo aveces pero Alan no, como puede no reírse con algo tan comico, este chico enserio no siente. Desde que lo conozco solo lo he visto sonreír una vez cuando rechase hablar con ellos en la escuela pero a pesar de eso la pasamos muy bien todos juntos.

≈No creo que halla dicho eso≈

Pero cuando mejor estaba la película suena el timbre. Parece que nadie se iba a levantar así que fui a abrir yo. Un chico de cabello castaño algo desordenado, alto, flaco pero no destimbalado con músculos y abdomen bien marcado...si se preguntan cómo puedo saber eso, lo sé porque solo traía pantalones nada de camisas.

—Si quieres puedes tocar —dice mientras me mira como me quedé parada sin decir palabra mirándolo como una tonta.

—¿Quién eres?—es lo único que se me ocurre decir.

—¿Está Alan?

—Si espera un momento—Voy a la sala y le digo —Te buscan.

Salimos los dos hasta la puerta donde se encontraba el chico de ojos verdes.

—Hola...Hermano —Dice el muchacho.

—¿Hermano?—Pregunto yo algo confundida.





¿Wtf? 🔥🔥Se prendió esto señores !!

🥰Déjenme saber qué les pareció el capítulo.

Un besooo enorme 😘

Alan ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora