21. El despertar!

101 43 25
                                    


Mis ojos están abiertos como platos miro todo a mi alrededor pero estoy muy confusa y desorientada.

—Ha despertado—oigo que hablan pero se siente solo como un murmullo.

Trato de pararme pero el cuerpo me pesa un mundo y mi intento es fallido.

Veo como dos personas se acercan a gran velocidad hasta donde estoy.

—¿Estas bien?—pregunta el chico.

*Silencio de mi parte*.

—¿Me escuchas?—vuelve a decir algo.

—Si—fue lo único que dije estoy algo mareada.

—¿Qué ha pasado Helizabet?—dice una chica que está del otro lado y por cierto tiene un gran parecido a mi.

—No lo se—mis respuestas son vagas.

—¿Qué has visto cuando estabas inconciente?

—No lo sé, no recuerdo nada—Dijo mientras trato de recordar quienes son las personas que tengo en frente.

—¿Sabes quiénes somos?—pregunta el chico al ver mi cara de desconcierto.

—No, se supone que deba recordarlos de algo.

—Si porsupuesto somos tus amigos—Dice la chica mientras se acerca al muchacho y lo coje del brazo—Erick dejemosla descansar luego hablamos con ella.

Se salen del cuarto y me quedó totalmente a solas, intento nuevamente levantarme pero aún no encuentro fuerzas.

Trato de forzar mi mente pero lo único que recuerdo es lo mal que lo he pasado con la muerte de mi padre y hermana, uno que otro recuerdo acerca de un libro pero caundo trato de forzarme más la cabeza me duele mucho. Después de unos minutos mirando al techo intento nuevamente recordar más cosas como por ejemplo donde estoy y porque mi madre no ha venido a verme cuando he despertado. No hay nada más en mi cabeza ni siquiera esta chica que es idéntica a mi pero se que no somos hermanas, mi única hermana murió aquella noche que también es todo un misterio para mi.

(…)

Pasaron varias horas en las que dormí  ya que mi cuerpo estaba realmente cansado. Ahora me siento mucho mejor ya puedo caminar y moverme libremente por la habitación. Miro lo inmenso que es el cuarto, las cortinas son bastantes elegantes, las sábanas son de ceda y hay un cuarto clóset enorme lleno de ropas y zapatos supongo que son mía. También hay un librero lleno de libros obviamente.

Salí de esa habitación y me encontré con un pasillo lleno de puertas supongo que son más cuartos. Sigo avanzando y bajos las escaleras me encuentro con una sala enorme, con unos muebles de sueño, adornos preciosos tienen un tono antiguo pero todo muy fino, se puede observar la belleza y amplitud de la casa. Hay una chimenea justo al frente de los muebles aunque no carece de luces la casa tiene un tono oscuro y algo siniestro pero aún así lo hermoso sobresale. La cocina es bastante amplia que contiene todo lo imaginable que pueda existir en una cocina. Más adelante esta lo que se supone que debe ser el comedor con una mesa extensa, por lo mínimo unas 12 personas caben en ella. Es una casa que desearía tener cualquiera.

—¿Qué haces?—una voz rechinante suena por todo el lugar.

—Solo doy una vuelta—digo a ese tal Erick.

—Vamos a la sala Carol y yo debemos hablar contigo ya que tienes una gran laguna en tu cabeza.

—Bien, necesito aclararme—dije mientras regresaba a la enorme sala y me sentaba en una de los tan cómodos muebles.

—¿Cuál es el último recuerdo que tienes?

—Primero que todo ¿por qué mi madre no está aquí?

—Tu madre está sana y salva, está de viaje por la empresa y tú estás quedándote aquí en el círculo rojo.

—¿El círculo rojo?—pregunto mientras intento recordar cualquier cosa que tenga que ver con ese nombre pero no viene nada.

—Se que tienes muchas dudas y preguntas pero para poder darte respuesta necesitamos saber qué es lo último que recuerdas.

—Recuerdo la muerte de mi padre y de mi hermana, su funeral, recuerdo a Yei intentando consolarme, a mi cerrándose al mundo, recuerdo que mi madre es la única familia que me queda.

—¿Nada más?—menciona la chica.

—Y tengo unos vagos recuerdos de un libro pero por más que me fuerzo no se lo que significa.

—No es solo un simple libro—Habla la  rubia.




(…)

Estoy  algo mareada por la cantidad de información que me acaban de dar. Resulta ser que los vampiros, brujas, lobos existen y yo soy la guardiana de un libro llamado el Grimorio al cual bebo encontrar y para eso debo viajar al pasado porque no recuerdo nada. También está Erick  y Carol dicen ser mis amigos y estoy viviendo con ellos para encontrar el Grimorio y traer de del mismo de los muertos al padre de Erick, la verdad hay algo que no me encaja es como si todavía mi memoria contiene un gran vacío, a pesar de ellos contarme todo sigo teniendo esta sensación de que faltan cosas, hay un punto ciego en todo esto.

Decido no darle más vueltas al asunto total tarde o temprano los recuerdos regresarán o eso espero. Camino a mi habitación me encontré una puerta plateada que no había visto caundo di el recorrido horita. Mi curiosidad no podía permitirme seguir sin mirar que había detrás.

Caminé hasta quedar enfrente de ella, la empujé con todas mis fuerzas pero ni al caso la puerta no se movió. Busqué alguna cerradura pero no había nada, cada segundo mi curiosidad aumentaba. ¿Qué habría detrás de aquella puerta? ¿ Porqué la tienen tan cerrada? No podía quedarme con la duda de que podría ser, no se como pero veré qué esconden detrás de la gran puerta plateada.





Holaa❤️✨

Disculpen la tardanza pero aquí les traigo un nuevo capítulo espero les guste, no olviden votar y comentar si gustan✨❤️

Besos sangrientos 😏🤣

Alan ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora