11.Es la guerra!

215 66 68
                                    


A pasado una semana desde el incidente con la ventana y la nota. Cuando se la enseñe a Alan se volvió loco, me dijo que teníamos que huir, que teníamos que irnos lejos, pero yo me negué rotundamente .

Eitan por su parte solo se limitó a sonreír levemente pero casi parecía que hacía una mueca, Emma se apego a Alan y mi madre.

Baff contarle a mi madre como una de las ventanas de mi casa salió volando en pedazos y que su hija tenía una nota de advertencia, AA y por supuesto como explicarle lo de los vampiros. No fue nada fácil para ella, no miraba a la cara a ninguno de ellos, las cenas se volvieron sombrías, nadie hablaba nada, dormía conmigo todas las noches hasta ayer. Creo que entendió que en las sircustancias en las que estoy es mejor tenerlos de nuestro lado, además de que nuestras vidas ya nunca serían las mismas sabiendo el secreto de que existían los vampiros, lobos, brujas y sabe Dios cuántos bichos más. Ya todo está como antes, con la excepción de que hay alguien que me quiere y me está buscando .

-Señorita Push me puede repetir lo que he dicho .-Me pregunto el profesor Grundi.

-Estooo...Em..Los siento no lo sé .-termine por decir .

-Al terminar la clase debe quedarse.-me miro fijamente y continuó su clase .

Esta era la última clase del día. Como casi todos los días estaba lloviendo y hacía mucho frío. Alan me dijo que se quedaría a esperarme pero yo me negué, el castigo me lo había ganado yo por no estar atenta, él no tiene porqué cargar con las consecuencias.

Ya no quedaba ni un alma en el instituto solo yo y el profesor Grundi, este me había mandado a su oficina a buscar unos papeles que según él eran muy importantes para las próximas clases, ya saben me estaba dando muchos resúmenes para que me leyera.

Al salir del aula donde nos encontrábamos el frío me calo los huesos, los pasillos estaban muy oscuros, camine por el largo pasillo donde estaban todos los lockers y sentí como si alguien me estuviera siguiendo, rápidamente giré pero no había nadie, ya empecé a preocuparme pensando en la nota que me habían dejado, seguí mi camino pero veo una sombra con el rabillo del ojo, justo detrás de mi.

-¿Quien está ahí?-pregunto como una tonta en vez de salir corriendo.

*Silencio*

Me quedé mirando a mi alrededor pero al no ver nada me decidí a seguir. Obviamente ya estaba algo aterrada así que miraba cada rato hacia atrás. Respire profundo al ver la puerta de la oficina de Grundi. Abrí la puerta y de un tirón alguien me agarró del cuello.

-Aaaaa -Di un grito de espanto.

-Buenas buenas -Dice al chico alto que tengo en frente .

-Que... Que quieres-Dije como pude, ya que me estaba apretando mucho, me faltaba el aire.

-Helizabet, acaso no sabes quién soy, es una falta de respeto que no me reconozcas .

-¿Que quieres?

-¡A ti!

Esa frase me dejó prácticamente en coma, no se exactamente porque me quería a mi, lo único que se es que estaba en peligro. Alan me lo dijo que si quería que se quedará y yo de tonta le dije que no ...

≈desearia que estuviera aquí ≈

Como si pudiera leerme la mente, entro por la puerta mi ángel guardián o mi demonio protector ¿no sé exactamente como llamarlo? Solo sé que se volvió loco sus ojos se pusieron rojos como los del chico del bosque y enseguida se le lanzo encima al que tenía su mano apretándome la garganta.

Calleron al suelo los dos, enseguida el otro chico lo miro con una rabia incomparable y empezaron a hacer un ruido extraño entre ambos. Alan estaba descontrolado lo podía notar por sus expresiones y su forma de atacar al otro chico .

Alan ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora