17.Recuerdos!

118 42 27
                                    

Lizi...

Hace dos días que estoy aquí en la casa donde Erick me trajo. Me han tratado bien aunque me tiene encerrada en una habitación muy lujosa pero al fin y al cabo sigo encerrada. Me ha preguntado varias veces por el Grimorio, solo estoy esperando a que deje de fingir esa amabilidad y me haga recordar aunque sea la más mínima cosa.

—Aqui tienes tu desayuno, Erick quiere que te arregles saldrán hoy. —Me dijo el mismo chico que em quito la capucha aquella vez, dándome una caja con un gran lazo.

—Gracias—le dije mientras me levantaba de la enorme y vacía cama.

Cogí la bandeja y le di un mordisco a la manzana.

No le había prestado atención a la caja así que le quité el gran lazo para ver su contenido, era un vestido hermoso mi boca hizo una o al verlo. Cuando pude asimilar semejante belleza tragué saliva y le volví a dar otro vistazo. Enseguida me lo probé, era un vestido azul con la espalda afuera cubriendo solo mis glúteos, recalcan mis pechos dejando  ver las piedras preciosas. La verdad que no existen palabras para seguir describiendolo.

Al rato ya de a verme quitado aquel vestido le heche un vistazo a los libros acerca del Grimorio, leía y leía pero no venía nada a mi cabeza porque será tan difícil encontrar un puto libro.

Mientras tanto veo a una figura alta aparece junto a mi.

—No recuerdas nada aún.—pregunta Erick.

—No—Con el soy más fría que el hielo.

—Aveces te creo y otras no. ¿Cómo puede ser que no tengas ni idea de dónde está?—me pregunta como si yo tuviera la respuesta a eso.

—Sabes una cosa, no lo sé, ni siquiera sé porque me escogieron a mí como Guardiana, así que si no quieres creerme cuando te digo que no tengo la más mínima idea de cómo encontrarlo es tú problema.

—Creo que tendré que hacerle una visita a tu mejor amigo ¿Yei no?

—No te atrevas, prometido no tocarlo.

—Entonces dame una respuesta Helizabet, llevas aquí varios días y he sido muy paciente ¿No crees?.

—¡Cómo diablos tengo que decirte que no lo sé!—grito enfadada mirándolo directamente a los ojos.

—Vale es suficiente te creo.—dice mientras coge el vestido en sus manos.—¿Te ha gustado?.

—Es lindo.

—¿Lindo? Tienes las menor idea de cuánto a costado para que digas solo que es lindo.

—No te mandé a comprarlo y si esperas otra respuesta de mi parte puedes seguir esperando.

—Niñata el dinero no es problema para mí, solo que esperaba otra respuesta, si se lo hubiera regalado a Carol se volvería loca.

—No soy ella y ahí es donde te confundes.

—Aii Helizabet se perfectamente que no lo eres, contigo tengo más cuidándo, no confío en ti, sé que algo tramas y no se exactamente el que pero lo averiguaré.

—Me tienes aquí prisionera no puedo hacer nada—digo.

—No estás prisionera solo tomo los cuidados necesarios.

—Necesito salir de esta habitación Erick.

—Te entiendo, te dejaré salir al jardín, pero antes una bruja vendrá y te hará un hechizo que no te permita salir de los alrededores.

—Perfecto no tengo problema.

—Y en cuanto a lo del Grimorio no te preocupes pronto irás recordando.

Alan ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora