Capítulo Cuarenta y Cinco

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     -¿Repíteme porque estoy aquí y no en casa con Azari?- pregunto James, mirándose al espejo, su barba afeitada y su cabello corto, con un traje celeste que resaltaba sus ojos y una camisa blanca impecable, la corbata azul terminada con el alfiler que había pertenecido a un tatarabuelo de T'Challa, el pequeño objeto yacía sobre el nudo, y aunque de dimensiones pequeña resaltaba con sus cuatro pétalos cubiertos de diamantes en forma de flor y sus cuatro diamante rodeando uno más grande y llamativo.

     Su segunda boda tuvo que ser pospuesta pero él estaba bien con eso, los eventos reales habían comenzado a llegar con la primavera y con ellos los viajes. De pronto su rostro estaba en las noticias a nivel mundial, el omega del rey de Wakanda, las especulaciones sobre su relación y la pronta aparición de Azari lo pusieron nervioso pero nadie atacó al pequeño, tampoco se metieron realmente con él, pero la constante presencia de los medios en los eventos era agotadora, más que un entrenamiento con las doras. Sencillamente no disfrutaba la atención extra, agradecía que en Wakanda respetarán la intimidad de la familia real

     -Porque es la pareja del rey, y ahora es su deber acompañarlo a los eventos de gala- le respondió la dora, asombrada de la belleza del omega, seguramente todos estarían impactados al verle, aun en contra de los deseos del rey, James se había cortado el cabello. Y todos podían acordar que le quedaba estupendamente.

     -Me siento ridículo, ¿que se supone que hable con esa gente?-

     -Política, economía, cultura general, encontrara algún tema mi rey-

     -¿Estás listo?- el rey comentó acomodando sus gemelos, su sonrisa solo creció al ver a su omega- Te ves magnífico...

     -Gracias, también te ves excelente- y James no mentía, con su barba bien recortada y el traje negro ensalzado con bordados sobre sus hombros y parte de su espalda, su pulsera de siempre y su anillo a juego, la camisa aunque del mismo tono negro resaltaba al ser de una tela diferente.

     -¿Listo?-

     -Prefiero saltar de un avión sin paracaídas- le sonrió jovial el omega riéndose, antes de soltar un profundo suspiro.

     -Esa es la actitud- respondió el rey tendiéndole la mano.

     Lo cierto fue que pasar la velada rodeado de gente pomposa no fue tan malo, tal vez porque las doras no lo dejaron, y T'Challa se mantuvo todo el tiempo con él, sosteniéndolo por la cintura o tomando la mano en algún momento, liderando las charlas hacia temas en los que Bucky estuviese más integrado.

     Fue solo hasta que vio al agente Ross que decidió apartarse, el pequeño hombrecillo tenía una copa en sus manos y estaba despidiendo de las personas con las que hablaba, unos generales alemanes si no se equivocaba. Cuando el hombre le vio le sonrió con agrado y completó su camino hasta encontrarlo para invitarlo a la mesa de postres.

     -Es bueno ver una cara conocida- dijo Bucky llevándose educadamente un pequeño canapé a la boca.

     -¿Así de mal su alteza?-

     -No tanto como creía que sería- le respondió- No lo vi en la ceremonia, creí que Shuri le haría llegar la invitación...

     -Ciertamente lo hizo, pero he estado algo ocupado persiguiendo a cierto doctor- la mirada comprensiva del beta calmo el pequeño ataque de pánico de Bucky.

     -¿Y ha podido dar con algo?- cierta esperanza en la mirada del omega hicieron que el británico se sintiera pequeño.

     -Lamentablemente no-

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