Capítulo Treinta y Uno

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     Cuando la puerta de metal se abrió dándole el paso a dos alfas Harley supo que esto no iba a terminar bien, lo guardias estaban armados y tenían protectores incluso cascos, claramente no venían en paz. Cuando sus feromonas empezaron a apestar el lugar el alfa del rincón comenzó a alterarse y el alfa inconsciente a despertar mientras que Dakari solo les miraba fijo como si pudiera lastimarles solo con eso. Pero a medida que se acercaban el mismo Dakari inundó todo con su aroma ahogándolo a él, al alfa herido en la otra esquina y terminando de despertar al inconsciente.

    Pero aun así los guardias no se amedrentaron y caminaron es su dirección midiendo al alfa menor lo cual era muy inteligente pero cuando este lo considero muy invasivo a su espacio poniéndose a la ofensiva Harley noto que algo estaba mal, era como si lo estuviesen tentando para alejarlo, tal vez se lo querían llevar a otra parte o para volver a atarlo. Cuando Daka saltó sobre uno de los hombres el otro automáticamente fue por él por lo que incluso herido intentó pelear pero cuando el hombre hizo presión en su brazo no pudo evitar gritar lo cual alteró a todos los sujetos de prueba, pero Dakari estaba ocupado peleando contra un alfa plenamente consciente de su espacio, no era como los otros ciegos al mundo por lo que no vendría a ayudarlo ahora.

     Su mente trabajaba a mil por hora, repasando cualquier información que le ayudase a liberarse de esta situación, el hombre que lo reducía estaba blindado, sano y era más fuerte que él, el sonido de las cadenas y el forcejeo lo distraían ligeramente hasta que escuchó al hombre que peleaba contra Dakari gritar.

     -¡Sácalo de aquí ahora!-

     No venían por Dakari, venían por él, pero no podía dejarlo solo aquí, sin el aquí el joven tal vez se perdería para siempre, tenía que hacer algo, tenía que detener al hombre sobre él de alguna forma, cuando fue cargado sobre el hombro del alfa que planeaba sacarlo del lugar vio como Dakari era electrocutado nuevamente mientras trataba de alcanzarlo a él, incluso ahora medio perdido en la bruma el menor trataba de protegerlo sin importarle su propio bienestar. Fue un movimiento brusco y arriesgado, pero cuando su secuestrador tambaleo aplicó más fuerza en su errático movimiento cayendo así ambos y sin dejarle tiempo para moverse tomó el arma, estaba más a mano que el taser por lo que tuvo que arriesgarse; Steve le había llevado al campo de tiros algunas veces y sabía lo que tenía que hacer incluso si no quería no se trataba de él sino de salvar a Dakari por lo que tomó todo su coraje y liberó su feromonas de alfa llamando la atención de los sujetos de prueba y el guardia que retenía a Dakari y a este mismo que le miro con ojos brillantes, solo un tiro y una oportunidad, lo que dura un suspiro y el hombre cayó muerto.

     Igual de rápido sintió la corriente eléctrica recorrer su cuerpo soltando el arma dejándolo inconsciente el tiempo suficiente para que al abrir los ojos viera a Dakari golpeando tan fuerte al guardia que había perdido el casco, sus feromonas eran tan dominantes que sintió ganas de vomitar, la sangre cubría el rostro del hombre de forma grotesca.

     -¡No!- gritó y trató de pararse pero no podía, era como si sus piernas no respondieran, noto que los otros sujetos en la habitación estaban sumisos en sus lugares por la dominancia que el menor estaba demostrando y Harley supo que en cualquier momento vendrían más personas para detenerlos y no podía permitir que siguieran alterando a Dakari. Volvió a gritarle pidiéndole que se detuviera pero no le oía por lo que gateo incómodo con una mano mientras llamaba al menor una y otra vez sin conseguir nada de él. Si supiera que desde la cámara Darius y su compañera miraban absortos la situación le hubiese hervido la sangre de que luego el alfa menor tuviera que cargar una muerte en su conciencia.

     -¡Dakari!- llamó cerca, pero nada- ¡Detente!- pero nada- ¡Vas a matarlo, detente!

     En contra de su propio espíritu de supervivencia Harley lo abrazo tratando de ocultar la cabeza del menor contra su cuerpo pero los movimiento bruscos no le permitían un buen control pero debía tratar de que dejase de ver al hombre sangrante, recibió un golpe pero no le soltó incluso se arriesgó liberando feromonas, él no era un omega no podía liberar feromonas que tranquilizaran a otro alfa lo único que podía hacer es que el instinto del menor le reconociera como un amigo o estaría condenado cuando lo sintió revolverse con violencia tumbándolo, se rehusó a soltarlo por lo que se aferró más fuerte sosteniéndolo contra sí, sentía como su brazo quebrado comenzaba a pulsar más y más pero no supo que dolor fue mayor, si cuando el menor le tomó de ese brazo jalándolo con brusquedad o cuando su mordida recayó sobre costado izquierdo debajo de las costillas rompiendo su piel provocando que gritara de dolor arqueándose y soltándolo el tiempo suficiente para que el menor retrocediera aislándose contra una de las esquinas de la habitación dejándolo tendido en el suelo sin aire sosteniendo su brazo contra su pecho sin poder contener las lágrimas.

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