Capítulo Dos

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     Uno de los regalos que agradecía Bucky de los muchos regalos que le había dado el rey era una motocicleta triumph scrambler negra que le permitía llegar a la ciudad desde su rincón en el reino, que aunque no era aficionado a visitarla tampoco lo era a que la corona llenará su refrigerador cuando él tenía dinero para hacerlo. Por lo que a la mañana siguiente le encargó/ordenó al niño que no saliera y tampoco tocará nada de su equipaje que todavía no había desarmado y salió en busca de su moto a palacio.

     El viaje fue tranquilo y no duró mucho. Las calles no tenían tanta gente por esas horas de la mañana por lo que luego de estacionar se encaminó al supermercado, los neceseres básicos de higiene y alimento fueron echados al carrito mientras caminaba por los pasillos a penas llenos. Saludo a algunas personas y se detuvo en el pasillos de golosinas, si bien el no solía comer dulces esta vez opto por comprar galletas, cuando era niño las amaba, en especial unas de limón de relleno de crema de coco, no había de esas en Wakanda pero encontró unas similares y llevo varios paquetes.

     Otra parada que salía de lo normal fue en la sección de niños, no es que no le prestara mucha atención a su indumentaria como antaño, solía disfrutar la ropa linda y elegante que resaltaba su figura y él sabía cómo hacerlo, aún sabía pero prefería vestir cómodo aunque a veces se viese como decía Sam fuera de lugar. Pero esta vez no era para sí mismo, era para Azari que había lavado el mismo conjunto de ropa cada noche durante los últimos tres meses y eso no parecía justo.

     Tomó varias remeras de distintos colores, si bien el niño tenía diez se veía un poco más pequeño por lo que eligió los talles a ojo, unos pantalones largos y cortos, medias y ropa interior. También compró unos libros para colorear y muchos colores. Pago y se llevó todo con un caminar entre apurado y perseguido, al ser una criatura de hábitos Bucky se encontró con la mirada sorprendida y curiosa de Alika, la cajera de la fila 7 que estaba por las mañanas un día que no era viernes y no eran las diez de la mañana.

    Al volver encontró al niño justo donde lo había dejado, en medio del nido, claramente se había vuelto a dormir. Comenzó a guardar las compras y vacío un viejo baúl que tenía en el lugar donde coloco todo lo que le había comprado al niño; aprovecho y movió la alfombra debajo de la mesa para guardar las armas que traía consigo en un pequeño espacio debajo de la casa que Shuri había mandado a construir para él. Para cuando Azari se volvió a levantar se encontró con Bucky preparando el desayuno dándole la espalda, rodeado del delicioso aroma de panqueques, menta y fresia y algo más que podría definirse como frío y afilado metal.

     -Límpiate y cámbiate antes de comer- no sabía si su voz sonó suave y cálida pero lo intento

     -No tengo más ropa señor Bucky- susurro el niño

     -Ves el baúl de ahí- le comentó apuntándolo con una espátula- Es tuyo y lo que tenga adentro igual-

     Escucho el suspiro de sorpresa del niño pero no se volteo, quería darle privacidad, escucho el sonido de ropa moverse y cómo revolvía ligeramente el resto de los objetos para luego cerrar el baúl. Así que se volteo con los platos servidos y los puso en la mesa luego acerco dos tasas una con café negro y sin azúcar para él y otra con té con leche para el niño.

     -Si te quedas con hambre puedes comer fruta luego- dijo antes de comenzar a comer mirándolo de reojo.

     -Gracias, por la ropa y todo lo demás.

     Los siguientes días se volvieron rutinarios, Bucky se levantaba y preparaba el desayuno para ambos, luego lavaba y se iba a trabajar al campo mientras el pequeño coloreaba algo, para el medio día volvía y preparaba algún almuerzo ligero y rápido, y permanecía algunas horas con el pequeño, siempre había disfrutado leer en su juventud y lo había retomado ahora que era libre, Azari no sabía leer por lo que le leía durante unas dos o tres horas cuando el sol era tan fuerte que podías sentirlo quemarte la piel. A veces leía novelas o libros de historia, tenía muchos sobre wakanda ya que se había mudado allí, pero el niño parecía disfrutarlo; luego volvía a trabajar y antes de la cena se bañaban y luego dormían temprano.

     Una noche Azari le preguntó si quería compartir el nido, Bucky supuso que ese acto de amabilidad le debió tomar mucho coraje al menor, por lo que luego de eso en las noches comenzaron a dormir en el mismo nido. El soldado luego se enteró que su inquilino era un omega recesivo, lo que explicaba porque le costó tanto sentir su presencia cuando había vuelto a casa. Por lo que los dos omegas armaron una rutina, a veces el mayor salía por horas al palacio o entrenaba fuera, pero jamás se llevaba al niño.

     Las Doras fueron las primeras en notar el cambio del lobo blanco, no era algo en su rostro a pesar de que veía más relajado, era que sus feromonas habían comenzado a notarse. Dentro de los grandes destrozos que Hydra dejó en su cuerpo fue su nulo control sobre sus feromonas, mientras otros podían utilizarlas para coquetear, ejercer presión sobre otros o marcar territorio el soldado no las emitía, como tampoco había tenido un solo celo desde que había sido liberado del control de mental, igual que un omega recesivo, pero con el instinto de un dominante.

     Shuri fue la siguiente en notarlo pues su nuevo amigo había comenzado a pasar menos tiempo con ella, incluso aunque él no hablaba mucho siempre escuchaba y era bueno en eso. Como beta no fue capaz de notar los cambios en las feromonas del hombre, pero no fue muy difícil sopesar que ocultaba algo. Y comentandolo con Okoye en una oportunidad se enteró del hecho de las feromonas  del hombre si estaban cambiando, y su mente joven y llena de curiosidad científica la llevó a visitar al soldado en su hogar a modo de sorpresa y se llevó a Nakia para comprobar las teorías de las feromonas.

      Allí comenzó el relativo problema ya que aunque la princesa no lo noto la otra mujer se rehusó a seguir avanzando, como omega Nakia pudo sentir las feromonas que rodeaban no sola la choza sino gran parte del rededor de esta, una claro grito de amenaza que decía "ALÉJATE O MUERES" tan intenso y fuerte que la mujer se rehusó a seguir lo cual preocupó en gran medida a la joven.

     Pero fue el agente Ross el que llevó a la princesa a hablar del tema con su hermano, luego de que Bucky abandonara el laboratorio apareció el beta y comentó sobre su extraña actitud, Shuri no podía sentir las esencia como los alfas u omegas pero en sus estudios había averiguado a qué olía cada uno de los miembros de su equipo y nadie olía así, luego Ross mención si tal vez Bucky cuyo olor todos describían como metal se estaba rodeando de alguien con esencia fuerte ya que se estaban mezclando según escuchó decir a una dora.

     Por lo que una tarde antes del comienzo del otoño la joven se acercó a su hermano para hablarle de su inquietud.

     -No entiendo que es exactamente lo que quieres Shuri- le dijo su hermano.

     -Algo no está bien con él hermano, tiene un aroma extraño y su feromonas son de amenaza en su hogar, eso no es normal- comentó exasperada.

     -Para empezar ni siquiera sabes cuál es el aroma de James, segundo es normal que su hogar esté repleto de sus feromonas, ya que esta re-aprendiendo a utilizarlas.

     -¿Y si hay al más..?- susurro tan intenso que el mismo T'Challa comenzó a dudar

     -¿Algo como que?-

     -No lo sé! Algo! Estoy preocupada, solo ve y olfatea un poco, hace cuanto no hablas con él-

     Lo cierto es que a pesar de que el rey disfrutaba la compañía del otro hombre y solían pasar tardes agradables donde el otro solo leía recostado en algún diván mientras el monarca trabajaba, se había dicho que no extrañaba esa extraña camaderia pero cierto era que le extraño, luego pensó como el hombre de cabellos largos había declinado todas las invitaciones a su mesa en las últimas semanas y el realmente disfrutaba hablar con la reina madre sobre el país y sus costumbres, Romonda había incluso preguntado por él ya que comenzaba a extrañarlo, también estaba aquella vez que Okoye le comento que algunas doras lo vieron en la ciudad con muchas bolsas de compras como si fuera algo extraño, que lo era.

     -Bien, he oído hermana, esta misma tarde al terminar mis deberes iré a verle.

     -¡Muchas gracias hermanito!- dijo la joven para abrazarlo antes de salir de la oficina.


Wakanda ForeverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora