Capítulo Veintitrés

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     -¿Así que ya te vas? Es así de fácil, luego de que te dedicara un año de mi vida en esta mierda ¿Así nos pagas? Que lo dejes a al gordo seboso lo entiendo, pero a mi...

     Conrrad lo atrapó infraganti, el soldado se estaba marchando dejando todo el trabajo y al equipo, debían ser las cuatro de la mañana una hora muy apropiada para escabullirse lo sabía porque él lo estaba haciendo, pero a diferencia del alfa solo había ido a asaltar la heladera de la cocina. El hombre frente a él tenía su bolso armado listo para desaparecer, probablemente no se hubiese molestado si no considerase tanto al alfa como Walther parte de su pequeña manada aunque quisiera negarlo. Mil veces se había dicho que habituarse de esa manera no era buena para su rubro pero luego de pasar casi un año con ese par fue inevitable, las misiones, las peleas con Walther y sus charlas unilaterales con el soldado habían hecho incluso divertido el trabajar para el doctor.

     -Al menos déjame ir contigo- no sabía de dónde venía eso- podemos decirle a Walther- se sonrojo de pensar en lo patético que se veía.

     -Sabes que no puedes- la voz del alfa fue suave y masculina.

     -Si hablas- la sorpresa en el rostro del omega fue absoluta incluso bajo la poca luz del pasillo, a lo que el hombre asintió- ¿Por qué no? Somos muy útiles- susurro con furia.

     -Eres malvado- sentenció el alfa helándole la sangre- disfrutas dañar a la gente, asesinarlas, ser cruel es parte de tu naturaleza.

     -¿Eso es lo que piensas de mí?- los hombros de Conrrad cayeron pesados, sabia eso, una de la principales razones para trabajar para el Doc era que podía hacer y deshacer a su antojo la mayoría de las veces, el dinero era un plus.

-Creí que... yo creí que tú nos... que eras- no se permitió completar la idea, no le daría esa satisfacción al alfa.

     -Walther no querrá abandonar sus experimentos o el laboratorio incluso si eso lo mata- el más bajo sabia eso, incluso si fuese ahora y le dijera que les acompañara no lo haría, probablemente sería su único acto valiente- ¿Y tú qué harías conmigo?- no había odio, desprecio o asco en su tono lo que lo confundió solo un poco.

     -Puedo cambiar, yo puedo ser bueno- aseguró con firmeza avanzando un paso decidido.

     -¿Cuánto tiempo?- pero retrocedió ante el avance del alfa que lo tomó del brazo firme con cierto toque de delicadeza- ¿Cuánto tiempo podrías estar si causar algún conflicto? Yo paso desapercibido, mi supervivencia se basa en eso...

     Conrrad lo sabía , no importo cuanto él y Walther lo investigaron, el soldado era un fantasma no había absolutamente nada sobre él, como si jamás hubiese nacido como si su mera existencia no fuese real. También sabía que había dicho una mentira grande, ni él se creía que podría estar tranquilo por mucho tiempo y aunque lo negase extrañaría solo un poquito al gordo seboso. Suspiro profundo observando los profundos ojos del alfa, ese algo que escondía en ellos sería la verdad que siempre querría saber pero se lo estaban negando. Incluso él sabía aceptar una derrota tan cruda.

     -Deberías quedarte, al menos hasta que terminemos con esto, ese hombre, la pantera te está cazando ¿qué hiciste pateaste a su perro?- pero el soldado desvió la mirada soltándolo listo para partir.

     - Oh vamos al menos dame algo, cualquier cosa- rogó, si, se arrepentiría luego. Pero consiguió que el alfa se detuviera.

     -Mmm... es por Baners- pero eso solo lo confundió más, eso no tenía sentido porque el soldado buscaría Baners, el omega era atractivo incluso él podía aceptar eso, pero...

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