Capítulo 18:Arrepentimiento egoísta

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—Vayan a donde se ha encontrado el rastro y asegurense de completar el trabajo esta ocasión

Después de caminar cinco minutos encontró el callejón, se adentró en las sombras durante un rato para después detenerse sin saber dónde estaba realmente, se sentó en el suelo y prendió el disco. Revisó su equipaje en busca del cuaderno, cuando lo encontró se iluminó con el metal.

Los hechizos eran simples, el que más ocupaba estaba en la primera página. Al parecer era completamente de principiantes y solía reaccionar ante las emociones del usuario, pero el detalle era que te hacía escupir sangre y te robaba las energías, eso ya lo sabía de sobra. Para evitar que eso se hiciera más grave había un medicamento que podía servir, estaba anotado el nombre y su principal componente pero no el método de preparación. Aunque eso podía ser un gran avance considerando que a su padre no le gustaba anotar fórmulas complejas ni tenía gran conocimiento en lo que a drogas curativas se refería.

Además para optimizar el hechizo era importante usar sombras que estuvieran a menos de tres metros del usuario. Entonces manejaba las sombras, eso era un poco extraño pero útil, aunque quería experimentar en ese momento, entre sombras, el resultado sería impredecible.

El siguiente era un hechizo mensajero, también se valía de las sombras pero se requería escritura, se escribía el mensaje de cualquier modo en cualquier superficie, se atraían las sombras a la escritura mientras se decía el nombre del destinatario y si se deseaba dar un paquete se lo entregaban a la criatura. Eso resultaría muy útil para comunicarse con su familia sin ser detectada.

Quiso probarlo inmediatamente, buscó una hoja medio vacía en el cuaderno, la arrancó y con algo de tintura junto a su dedo escribió un mensaje concreto. "Estoy bien." Realizó el movimiento que pedía el hechizo y pronunció el nombre de su padre en voz baja, la sombra producida por su mano tomó forma de pájaro, parecía un cuervo aunque no estaba segura. El cuervo la miró, ella buscó algo de dinero rápidamente, lo envolvió en la bolsa de Damian y se lo entregó al animal. El extraño ser voló en medio del oscuro escondite hasta desaparecer y se fue en un santiamén. Si eso funcionaba entonces no habría problemas para seguir comunicada a su familia. No era devota a ningún dios, pero empezó a rezar para que el cuervo llegara y su padre pudiera responder.

Habían pasado pocos días desde que Azura se fue, realmente esa casa se sentía vacía y lúgubre sin ella, la carta que Zita había recibido no bastaba para calmarla y Jaya estaba destrozada ¿Debería hablar con ella? Estaba sumido en estos pensamientos cuando su mujer entró a la habitación con algo de comida.

—Los Lorca decidieron adelantar el viaje de los niños, se los llevarán el próximo viernes, dicen que no es bueno para Zita que esté aquí teniendo tantos recuerdos de Azura ¿Qué vas a hacer si se enteran que está viva? ¿Por qué no mejor le pides regresar? las aguas parecen calmadas y todos se tragaron su ridícula historia.

—Ya sabes lo que sucederá si regresa, ella no puede estar aquí, se ha hecho demasiado dependiente de su hermana. No quiero que termine como yo

—Tú también te fuiste de casa a su edad, así que si no quieres que termine como tú

—Déjala ser libre, cuando ella crea que está lista para volver lo hará. Estoy convencido de que va a estar bien, es mi hija

Entonces las sombras de la habitación empezaron a moverse, ya conocía esa sensación. Se había tardado bastante en enviarles un mensaje, pero probablemente había tenido muchas complicaciones en el viaje. Un cuervo entró a la habitación desde la esquina más oscura y se posó sobre su hombro asustando a su esposa.

—Esta es la prueba de que está bien— Murmuró con satisfacción.

Tocó el cuervo en la cabeza y se deshizo en una hoja, dejando una bolsa diez dracmas en el piso, leyó el mensaje. Él se giró a mirar a su mujer para después leerle el mensaje, Jaya inmediatamente se puso a llorar mientras lo abrazaba. Aunque tenía miedo por ella, aunque se sentía culpable, ese cuervo era la esperanza de volverla a ver antes de pagar su egoísmo por completo.

La sombra de las aves. El fénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora