Decisiones ~ Eric Garcia~

Capítulo 49

Narra Eric:

Ayer me comporté como todo un capullo. Ainhoa tiene razón, debí frenar a Tania antes y simplemente no tuve los cojones de hacerlo, la verdad me da lastima mi amiga, a tenido una vida muy difícil, ella siempre a estado para escucharme y apoyarme, no quiero fallarle.

Aún es temprano para cenar asique supongo que Ainhoa aún no a cocinado. Compré pollo frito, que es el antojo que tenía Ainhoa ayer pero de idiota no se lo cumplí y algunos botes de helado, si no hay helado en el congelador se arma la tercera guerra mundial e intento arreglar las cosas con ella, asique esto me hará sumar muchos puntos. También compré un peluche, es un osito mediano color morado, es el color favorito de mi novia asique sé que le va a encantar. Satisfecho con lo que compré voy camino al departamento de Ainhoa, estoy nervioso, sé que la eh cagado muchas veces pero estoy tratando de hacer las cosas bien y volver a enamorarme de ella, es hermosa, tiene todo lo que me encanta de una mujer, es una excelente persona, al menos quiero intentarlo.

Abro la puerta y me encuentro con una hermosa sorpresa. Ainhoa duerme plácidamente en los brazos del imbécil de Ferran, él me ve y sonríe arrogante. Doy un portazo y Ainhoa salta del susto, pero con el coraje que llevo es lo que menos me importa. Cuando reacciona y fija su vista en mí es cuando salen las palabras.
-¿Qué mierda significa esto?- le pregunto furioso. Odio a ese tipo y que mi novia haya estado en sus brazos muy tranquila durmiendo me hace explotar de celos.

-Calmate ¿sí?, solo vino a traerme comida y acompañarme un rato- responde Ainhoa somnolienta.
-Creo que es hora de irme a casa, llámame si necesitas algo- dice el payaso guiñandole el ojo y se va.

-Ahora ¿me puedes explicar qué mierda hacías en los brazos de ese imbécil?... ¿porqué estaba aquí?- le pregunto intentando controlarme, se suponía que venía en son de paz, pero verla con Ferran me fastidia.
-Vino a verme porque estaba preocupado, no dormí bien anoche y simplemente me quedé dormida en su hombro- alza los hombros restandole importancia- nosé como termine en su pecho, no mal pienses las cosas, no a pasado nada con él- aún siento ese nudo en mi estómago por los celos, pero necesito arreglar las cosas.

-Está bien, confío en tí... traje éstas cositas- le sonrío y alzo las bolsas para que las vea pero solo asiente y vuelve su mirada a la tv. Dejo las bolsas en la mesa y saco el peluche que compré, me posiciono detrás del sofá y pongo frente a ella el peluche- ¿me perdonas por ser un idiota a veces?- ella suspira y no responde nada, comienzo a preocuparme- porfis- digo alargando la "o", doy la vuelta al sofá y veo su hermosa carita, sus ojos están llenos de lágrimas- ¿qué suc...

-Tenemos que terminar esto Eric- dice con la voz quebrada y siento como si me cayese un balde de agua fría, un escalofrío recorre mi cuerpo y no me salen las palabras- estoy cansada de ser tu segunda opción, estoy cansada de siempre ser la mala, estoy cansada de ser la idiota que siempre está para tí pero tú no para mí.

-¿Q... qué...- me cuesta respirar e intento calmarme, no esperaba esto, no estoy preparado para dejarla ir, no me puede dejar...- ¿porqué dices esas cosas?.
-Porque es la verdad- se sienta fijando su mirada en mí, mi corazón se aprieta al verla así, no quiero que llore, no me gusta verla triste- siempre hay algo más importante para tí, las fiestas, Tania... cada vez que ella de llama corres por ella, ¿sientes algo por ella?.

-No- respondo de inmediato, no quiero que piense cosas que no son- le tengo cariño, es una buena amiga y me gusta ayudarla porque a sufrido mucho, pero no me gusta, no es mi tipo y mi corazón solo le pertenece a una mujer y es quién tengo frente a mi- me acerco a ella y tomo su mano, con mi mano libre limpio sus lágrimas- te amo Ainhoa , te amo, estoy completamente enamorado de tí, eres el amor de mi vida y la madre de mi hijo, no quiero a otra mujer que no seas tú- las palabras brotan de mi boca con desesperación. Miento, miento porque sé que es la única forma de que no me deje, nisiquiera estoy seguro si dejé de amarla pero sí estoy seguro de que no podría verla con otro hombre, solo de imaginarlo se me revuelve el estómago, ella es mía, mí novia, mí mujer.
-Necesito pensar bien las cosas... te amo Eric, más de lo que debería pero ya no me quiero sentir así, tan poca cosa para tí- dice entre sollozos.

-No digas esas cosas amor, tú eres una de las personitas más importantes para mi...- siento un nudo en la garganta, escucharla decir eso fué como una fuerte bofetada- si lo que necesitas es tiempo, te lo daré, todo el tiempo que necesites te lo daré, estaré esperando por tí mi pequeña...- ella asiente y la abrazo, ella apoya su cabeza en mi pecho haciendome sentir completo y asustado, la última vez que sentí esto fué cuando ella se fué a su ciudad - guardaré las cosas que traje y me iré para que descanses.

Guardo los helados y cuando guardaré el pollo en el microondas veo que dentro hay una pequeño cubo de pollo frito. Quiero golpearme la cabeza contra el muro... quiero matar al hijo de puta de Ferran. Él cumplió con el antojo de Ainhoa, no yo... se siente feo que ocupe mi lugar a veces, soy yo quién debe hacer esas cosas, soy yo quién debe cumplir con sus antojos, soy yo quién debe abrazarla para que ella duerma tranquila, no él. Quiero llorar, gritar, golpear a alguien... sé que es mi maldita culpa. Salgo rapidamente de la cocina y me siento a su lado, al menos ya no caen lágrimas de sus hermosos ojitos.

-Recuerda que me voy mañana voy de viaje pero cualquier cosa no dudes en llamarme- ella asiente. Con los chicos viajaremos por casi dos semanas por diferentes estadios con la selección - volveré un día antes de la ecografía, asique no te librarás tan fácil de mí- ella ríe por mi comentario.
-Está bien... cuidate mucho- me abraza y deposito un beso en su coronilla.
-Te voy a echar mucho de menos... te amo mi vida- le digo en un susurro, vuelvo a besar su frente y me marcho.