ENAMORADA POR CONTRATO

8. Deseo

Natalie...

Estos cambios de humor de Henry, me ponen los nervios de punta, no sé como interpretar cada una de sus palabras.

El maldito contrato es claro, debo fingir que estoy enamorada, pero como estarlo de un hombre que es un completo enigma para mí.

Salgo de la habitación ya lista, Matt esta esperándome en la puerta, toma mi maleta y camino junto a él, ya que al parecer al señor Cavalli ha decidido bajar por su cuenta.

Al entrar al auto está concentrado en su celular. Desde que supo de Jason tengo la corazonada de que algo malo va a pasar, además las cosas con mi mamá no terminaron bien, venir no fue una buena idea, pero por lo menos mi padre está bien cuidado.

Saco mi celular y le escribo a mi madre un WhatsApp.

Para: Mamá.

"Mamá, lamento mucho lo que sucedió esta noche en casa, las cosas con Jason se salieron de control, no sabía que lo habías invitado, no quise que la noche terminará de esta manera, Henry lamenta lo que pasó, llamaré para saber cómo está papá cuando llegue a Grecia."

Me quedo con el celular en la mano esperando una respuesta, pero esta no llega. Volteo a ver el camino, y cuando llegamos al aeropuerto, lo único que quiero es bajarme de aquí y salir huyendo. No me siento bien, nunca me he enojado con mi mamá, y ahora su indiferencia me duele.

Subo al Jet y me siento al lado contrario de donde se sienta Henry, me ignoro todo el camino, el Jet despega y me pongo los audífonos, tengo mi playlist favorita y necesito cerrar mis ojos.

Me duermo un par de horas y la azafata me despierta para que coma algo,  Henry está del otro lado,ni siquiera una mirada de su parte y menos una disculpa por lo que sucedió. Me como un sándwich y tomo un té, me pongo los audífonos y trato de dormir otro poco pero no puedo. Toda la confusión con Jason me dejó muy aturdida, así que me desabrocho el cinturón y me siento frente al señor Cavalli.

--Me dijiste que tus hombres alejaron unos paparazzis de mi casa.

--Sí. Así es, y si no llego a tiempo esos imbéciles te hubiesen fotografiado besando a tu ex, y lo peor tu serías la zorra casafortunas por qué de mí la prensa no hablará mal, tengo mis contactos y sé cosas que los pueden joder, pero a ti te hubiesen destrozado. Y no sólo aquí sino en el mundo entero Natalie.

--Yo no sabía que Jason me iba a besar, mucho menos que iba a cenar con nosotras.

--Y no sabías que iba a meterte la lengua hasta la garganta, sí claro Natalie.

--Es verdad. Pero tú lo jodiste golpeándolo en la  casa de mis padres, así que no me achaques todo lo malo a mí.

Me levanto y lo dejo solo, es un ser imposible, de verdad, así que pasó el vuelo escuchando música y tratando de poner mis ideas claras. Al bajarme seguro habrán periodistas pues la noticia en Illinois voló a escala mundial.

--Natalie, despierta. Estamos próximos aterrizar. Me dice Henry.

--Gracias.

El avión aterriza después de 11 horas y 27 minutos de vuelo, ya es de día en Atenas, me voy al baño y lavo mi cara, busco en mi maleta un vestido blanco que me llega a la mitad de las rodillas, con manga tres cuartos, y zapatos de tacón a juego. Necesito el dinero, y por ello pondré mi máximo esfuerzo.

Al bajar Henry está molesto pues dure casi 20 minutos cambiándome, pero al verme quita sus típicas gafas negras de sus ojos y me recorre con su mirada de pies a cabeza.