ENAMORADA POR CONTRATO

48. Unidos

Henry...

Había seguido cada uno de los consejos que me había dado mi jefe de seguridad e hice el movimiento a propósito para que las autoridades me detuvieran.

Quién estaba detrás de mí tenía que tener contactos dentro del MI6 y por eso me convenía estar adentro para poder averiguar quién era la rata que se atrevía a amenazar a mi familia y a mis hijos.

No me agradaba tener que pedir ayuda Pero sabía que el único que podía ayudarme en este momento era Karl Yavuz.

Era el el abogado de varias de las mafias más poderosas del mundo incluida la mía me había ayudado a crear la sociedad entre el italiano y yo, pero también era conocido por buscar en el pasado de las personas hasta si era necesario su ultrasonido de embarazo.

Le había enviado a través de la línea segura al italiano y al ruso lo que me estaba pasando, tenía que dejar el orgullo de lado y recibir la ayuda que una vez nos habíamos brindado ya no podía dejar que mi ego dominara mis acciones pues ahora mi familia dependía de las decisiones que tomara en este momento.

Mi encuentro con el abogado salió mejor de lo que esperaba le dejé claro a las personas que me querían joder que aunque estuviera tras las rejas seguía mandando en este país, el grupo de Manchester se había exterminado pero los irlandeses estaban dando pelea no solo a mí sino también al italiano.

— Esto fue todo lo que encontré según mis informantes parece que no solo su madre emerge de las sombras sino que un familiar de Viktor Kozlov parece que revivió de los muertos. - me dijo el Turco mientras veía unos mensajes en su teléfono.

— Estoy seguro que ya le diste información al ruso¿ no es así?.

— Así es le envía la información completa a él y a sus dos hombres de confianza, también quería decirle que personalmente nos encargamos de los agentes que le arrestaron hace una semana digamos que es una cortesía de mi parte.

Maldito imbécil si creía que yo le iba a deber un favor estaba equivocado no me gustaba deberle  a nadie y mucho menos a un hombre como él, uno que podía presentar un rostro amable pero en el fondo era igual a nosotros.

—Quiero que levantes cargos contra todos los que estuvieron involucrados en mi arresto y una indemnización millonaria ante la prensa que me desprestigió a mi y a mi familia. - le digo mientras prendo un cigarrillo.

— Considéralo hecho señor Cavalli.

Estando dentro pude contar con los hombres leales que eran fiel a mi organización y darme cuenta de la red de fuga de información que había estado  operando de forma paralela junto con la nuestra. Y eso hacía que mucho de los secretos que habíamos guardado también estuvieran en  poder de otra persona, sabía que los irlandeses tenían apoyo de alguien que no solamente había sido poderoso y tenía una gran fortuna sino que también buscaba los motivos para vengarse de aquellas personas que posiblemente le arruinaron su vida.

Al salir de prisión me fui directamente a las oficinas centrales de CBM donde había convocado a una rueda de prensa informando los acerca acontecimientos de los cuales había sido "injustamente culpado" y diciendo también las acciones legales que tomaría contra cada uno de los miembros que participaron en la incautación de bienes, de mis cuentas bancarias y de mis propiedades.

Al terminar la maldita rueda de prensa me fui inmediatamente a buscar a mi mujer ya habíamos conversado un poco de lo que había pasado y eso la dejó más tranquila, también mi madre me había ayudado con mi suegra y la señora Hudson siempre fue un apoyo para mi mujer en estos días que no estuve para ella.

Sabía que las cosas en Italia no estaban bien pues Giulio me había comentado lo que estaba pasando y aunque odiaba el maldito acento italiano del infeliz no podía negar que las personas que nos estaban atacando lo estaba haciendo en conjunto no sólo nos atacó nosotros, al ruso y al italiano bastardo, lo más importante era que los hombres que se lograron eliminar pertenecían a un sólo grupo en particular los irlandeses de Edward Murphy.