Annie....
10 años antes....
--Señora, por favor, no se encierre de nuevo en la habitación. El joven Henry volverá de Italia y necesita verla.
--Dejame sola! - Mis lágrimas bajan de nuevo por mis mejillas.
Cometí errores graves y uno de ellos fue llevar a Henry a donde sus abuelos paternos, pensé que él señor Cavalli como máxima autoridad mantendría a mi hijo a salvo del mounstruo de su tío, pero más bien este aprovechó para meterle ideas en la cabeza a mi hijo. A sus 17 años aun lo recuerdo cuando nació, era tan pequeño, un ser inocente condenado a la maldición de este apellido.
Su concepción fue producto de una noche de alcohol de su padre donde me reclama sus derechos de esposo. Por años aguante que me tocará, que me besara, por más que intente tomarle cariño no pude. Lo respeto sí, tuvo compasión hacia mí cuando supo que estaba embarazada de Harry, le dio su apellido e intentó ser un padre para mí hijo. Pero cuando Henry nació, cambió con Harry, tal vez mi hijo no lo notaba por que tenía grabado en su cabeza que ser el hermano mayor llevaba más responsabilidad, debía demostrar que era fuerte y digno de su apellido ante los demás.
Escucho el auto como se estaciona y veo a mi hijo menor bajar, tenía más de tres meses sin verlo, su cabello a crecido y está más masculoso, supongo está en la época en la que quiere conquistar chicas.
Lavo mi rostro y me maquillo, borrando las lágrimas de mis ojos, y bajo a recibirlo.
Al bajar las escaleras Harry ya esta con él, se abrazan y siento mi corazón latir de forma rápida. La desicion está tomada. Debo irme, debo alejarme de todo o me volveré loca. Esta casa es una jaula de oro que me recuerda todos los días las desgracias por que las que he pasado. He mantenido mi máscara de buena esposa, pero simplemente ya no puedo más.
--Madre! - Henry se me viene encima y me abraza con gran ternura.
--Como estas? - le pregunto mientras acarició su mejilla derecha.
--De vuelta en casa, o ya no me extrañas?!
--No seas bobo, claro que te extraño. Lo mismo Harry, tiene que discutir el mismo frente al espejo por que no tiene con quien pelear.
Ambos se carcajean ante mí comentario. Pero las risas se detienen al ver entrar a su padre, junto a su tío, el cual como siempre me observa queriendo meterme una bala en la cabeza.
--Vamos a la cocina, que tal si preparo algo y vamos al jardín.
--Annie, el brazo de Hans me detiene.
Me volteo ante mi marido que me sujeta el brazo sin ejercer presión.
--Que preparen mi equipaje debo salir de viaje en unas horas.
Asiento con mi cabeza, mientras siento no solo la mirada penetrante de mi esposo, sino la de su hermano en mi espalda. Se irá de viaje después de dos años, las crisis nerviosas y mis depresiones lo hicieron tomar la decisión de trabajar la mayor parte en casa, solo algunas veces iba a CBM con Harry, pero su mano derecha se encargaba de la mayoría de las cosas en la corporación.
Solo tengo una oportunidad, la idea me pasa por la cabeza, una y otra vez mientras camino a la cocina en donde mis hijos se toman un jugo y supongo hablan de sus vidas.
Es ahora o nunca. Debo hacerlo.
Contempló a mis dos hijos, uno sin duda heredó los rasgos de su padre italiano, su mandíbula, su porte y elegancia y su mirada cautiva. Harry sin duda es una versión más moderna de Rafael. Su nombre está prohibido esta en mis pensamientos, pero su hijo todos los días me recuerdan al hombre que llego a ser mi Salvador, y el amor de mi vida.
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ENAMORADA POR CONTRATO
RomanceNatalie Harris es una mujer sumamente luchadora, tenaz que trabaja en la multinacional CBM en Inglaterra. Llego como una simple recepcionista que necesitaba con urgencia el trabajo, ya que sus padres en Estados Unidos, pasaban por una serie de crisi...