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Alan bajó al estacionamiento, decepcionado y aún con el ramo de flores en sus manos, cuando vio que Emily se le acercaba.

—Alan ¿estas bien?

—si, estoy bien... Lamento que todos tuvieran que presenciar... Semejante espectáculo.

—no es ningún espectáculo, esa señora no debió tratarte así, llevó un año viendo como amas, cuidas con devoción a su hija, debería estar agradecida que tiene un gran hombre como yerno.

Alan sonrío levemente.
—ella al parecer, lo ve como muy poco... Ahora entiendo porque Seri nunca quiso que me acercara a su madre. —suspiró. —Quería evitarme un desaire.

—es cierto, la jefa no quería que pasaras un mal rato, pero siempre le dará el lado a su madre y si realmente quieres un futuro con ella es algo con lo que deberás lidiar.

—si ya lo se, no se si aguante mucho a decir verdad... La amo, pero no voy a permitir que su madre me rebaje y me trate como si tuviera peste. —bajó la mirada pensativo.

—que tal si vamos por un trago, así te animas un poco. —palmeo su hombro.

—si por favor, necesito algo que baje el nudo de mi garganta.

Emily subió al auto de Alan y observó el ramo de flores.

—¡que bellas son! —aspiró el olor de las flores. — que lastima que no las apreciaron.

—son tuyas, tómalas de seguro se verán muy lindas en tu casa.

—¡oh! gracias Alan, pero no las puedo aceptar, las compraste para la jefa, no esta bien que las reciba.

—no las rechaces tu también, ella ni siquiera las miro.

—esta bien, solo para que no se sientan despreciadas y ofendidas.—sonrió.
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Llegaron a un club de la ciudad, pidieron una botella de Jack Daniels y se ubicaron en una mesa. por un momento Alan olvidó todo el incidente con su suegra, en medio de bromas bailes y una conversación amena se divirtió junto a Emily, como hace un tiempo no lo hacía con su novia. Pasada las dos de la madrugada Alan llevó a Emily hasta su apartamento, en su auto conducido por un chófer elegido, ya que él estaba algo tomado.

—me divertí mucho hoy, gracias por acompañarme Emily.

—para eso son las amigas, había olvidado decirte, mamá te mando saludos, le caíste muy bien y hasta esta preparando conservas de las frutas que tanto te gustaron, dijo que la otra semana las envía.

—dile que muchas gracias, que no es necesario.

—créeme a mi madre no se le puede decir que no, si lo hago viene desde Ohio y se planta en frente de tu casa hasta que las recibas. —río a carcajadas. —le caíste muy bien, ella no es así de atenta con todos.

—me halagas Emily, dile a tu mamá que esperaré esas mermeladas entonces.

Ella sonrió y se despidió dándole un beso en la mejilla poniéndose en punta de pies para alcanzar su gran estatura.



* * *




Mientras Tanto Seri con su madre.

—no puedo creer lo que hiciste mamá, ¿Qué te da el derecho de tratar a mi novio así?

—soy tu madre, eso es suficiente.

—por muy mi madre que seas, no tienes que ser tan grosera con Alan, es una buena persona, me ama me cuida y me respeta, eso es lo que te debería importar, no si es coreano o no.

UN DRAGON EN LA OFICINA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora