LIVING THE DREAM | CHRISTOPHER VELEZ | TERMINADA✔

CAPÍTULO 18.

-Hola, ¿Puedo pasar? – Pregunté asomando mi cabeza por la puerta de la oficina. Era un espacio de tamaño promedio, justo con las cosas necesarias para trabajar, un escritorio, una computadora y un estante repleto de carpetas y papeles por doquier. Siempre pensé que le hacía falta vida a esta oficina, pero preferí guardarme mi opinión.

-Adelante, Moretti.

-Sólo vengo a despedirme y a darle las gracias por darme la oportunidad de trabajar aquí.

-Es una pena que hayas tomado esta decisión, fue un placer trabajar contigo, Moretti. – Mi jefe se levantó de su asiento y estiró su mano hacia mí. – Que tengas éxito en lo que venga.

-Muchísimas gracias, señor Torres. – Estreché su mano. – Hasta luego. – Giré y salí de la oficina.

Hoy fue mi último día trabajando aquí. Tengo sentimientos encontrados, le tomé cariño a este lugar por haberme dado la oportunidad de crecer, debo admitir que aprendí muchas cosas, pero siempre supe que esto no era lo que quería para mí, y es por eso que me pone feliz el hecho de saber que viene algo muchísimo mejor, esta nueva etapa será lo que siempre quise, o al menos una gran parte de ello.

Mientras caminaba por los pasillos me despedía de mis demás compañeros, nunca fuimos cercanos, pero estuvieron cuando los necesité, y de igual manera, me ayudaron a crecer.

Antes de salir por completo de la empresa, giré por última vez para observar todo el lugar y subí al coche donde ya me estaba esperando Christopher.

- ¿Lista? – Me preguntó luego de yo darle un corto beso en sus labios.

-Lista. – Me acomodé en el asiento y me puse el cinturón de seguridad.

Me tomé un momento para observarlo. Vestía unos pantalones color negro y una playera roja, era un outfit muy cómodo, perfecto para tomar un avión. Su cabello se veía despeinado, pero lo ocultaba con una gorra del mismo color de sus pantalones.

Su voz me distrajo de observarlo detalladamente.

-Ya tengo los boletos del avión, sólo hay que ir a tu casa por tu maleta y nos vamos. – Me hizo saber sin despegar su vista de la calle, pero pude notar que había una gran sonrisa en sus labios.

- ¿A qué hora sale el vuelo?

-A las 09:30 pm, ¿Estás nerviosa?

-Es una mezcla de nervios con emoción, siento que estoy soñando. – Seguido encendí la radio y subí el volumen, era mucha mi felicidad que sólo quería festejar. Por supuesto que a Chris no le molestaba en absoluto, al contario, festejaba conmigo.

Mi ahora ex lugar de trabajo no estaba tan retirado cuando iba o venía en coche, por lo tanto no pasó mucho tiempo cuando empecé a reconocer las calles cercanas a mi casa. En estos momentos era una urgencia llegar a mi casa, tomar mis cosas e irnos.

Pero había un inconveniente, aún no hacía la maleta. La hubiera hecho ayer, pero llegué un poco tarde ya que estuve con mis amigos festejando que tuvimos nuestro último día de clases y mi pensamiento fue ¿Qué tanto me puedo tardar haciendo una maleta para tres días? Y heme aquí, metiendo ropa al azar lo más rápido que podía, mientras que Chris estaba cómodamente en mi cama viendo como yo corría de un lado a otro.

Le divertía verme así, lo podía notar en su rostro.

Cuando por fin terminé ya eran alrededor de las 07:00 p.m., creo que terminé con buen tiempo para llegar al aeropuerto.

-Nana, nos avisas cuando lleguen al aeropuerto, por favor. – Asentí. – Y cuando aterricen. – Asentí de nuevo. – También cuando lleguen al lugar donde van a quedarse.