CAPÍTULO 7.

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Navidad se acercaba y los regalos no se iban a comprar solos. Los centros comerciales siempre están atiborrados de personas en estas fechas, y es tan difícil poder caminar entre tantas personas. Casi que se necesitaba hacer fila para entrar alguna tienda.

En medio de la plaza había un hermoso y enorme pino, lleno de luces, esferas, moños, peluches y muchos detalles más, los colores que más resaltaban eran el rojo y dorado de la decoración. Es demasiado bello, me sentía como en esas películas de navidad donde seguro salía Santa Claus a decirte que tu deseo de navidad se cumplirá.

Ojalá fuera así de fácil poder ver a Chris.

- ¿Ya fuiste con Santa a decirle que quieres de regalo? – Apareció Ana a mi lado señalando al señor regordete en el disfraz de Santa que estaba enfrente del pino navideño.

Asentí.

-Pero no secuestra chicos. – Y con chicos me refería a Chris.

-Rayos, Santa arruinó mis planes. – Se cruzó de brazos bufando y dos segundo después ambas reímos.

-Tranquila, los conoceremos en unos meses más, y Erick no querrá separarse nunca más de ti. – Dramaticé en las últimas palabras.

-Corrección, yo no me querré separar de él. – Comenzamos a caminar sin algún rumbo en específico en busca de alguna tienda donde comprar nuestros regalos navideños. - ¿Ya pensaste que regalarle?

- ¿A quién?

-A Chris. – Me respondió con obviedad.

-Un videojuego. – Parecía más una pregunta que afirmación. La verdad no estaba segura de que regalarle, pero tampoco es que tenga muchas opciones. Al él estar tan retirado de mí, comprar en línea era mi mejor opción.

Me hubiera gustado hacerle un regalo y entregárselo personalmente, pero eso no está en mis posibilidades económicas. Tengo esperanza en que el regalo estará en su puerta un día antes de navidad.

Aparte tengo un plan en mente.

-Es un buen regalo, yo te ayudo a elegirlo.

-Seguro, pero primero los regalos de nuestras familias. – Esa era la razón de porque estábamos aquí. Compras navideñas.

Después de haber dado varias vueltas y entrado a otras tantas tiendas, salimos con varias bolsas de regalo. En unas había ropa, en otras perfumes, un poco de maquillaje que en realidad era para nosotras, pero que más da, también nos merecemos un regalo de nosotras para nosotras.

De camino a mi casa estuve elaborando mejor el plan que tenía en mente. Consistía en hablar con alguno de los chicos, pero para eso tenía un obstáculo, Chris. No tengo el número de ninguno de los demás, y claro, es lo más normal. Alguna excusa se me ocurrirá, o eso espero. Lo peor que podría pasar sería que no le pase el celular a ninguno y todo se arruine. Creo que Zabdiel sería mi mejor opción.

Según lo que Chris me había comentado, hoy estarían reunidos en su apartamento, perfecto para mí.

-Hola, ya regresé. – Saludé a mis papás que se encontraban en la sala.

-Hola princesa, ¿Cómo te fue? – Preguntó mi papá, quien sin despegar su vista del partido de soccer, me saludó.

- ¿Qué traes ahí? – Mi mamá habló señalando las bolsas que estaba cargando, no me dejó ni contestar la pregunta de mi papá.

-Bien, pa'. – Giré hacia mi mamá. – Nada. – Respondí apretando mis labios haciendo notorio que ocultaba algo. Igual no es tan difícil adivinar que son regalos. La época y el decorado de las bolsas delatan todo.

LIVING THE DREAM | CHRISTOPHER VELEZ | TERMINADA✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora