CAPITULO 31.

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Se había llegado el día que más esperaba y que al mismo tiempo me ponía triste. Hoy tomo mi vuelo a Argentina.

-No me quiero separar de ti. – Escondí mi rostro en su pecho y rodeé mis manos por su cintura.

-Ni yo quisiera que te vayas. – Me alejó un poco tomando mi rostro entre sus manos, y alzando mi mirada. – Pero no me atrevo a decirte que te quedes aquí, sería egoísta de mi parte. Allá afuera, tomando ese avión esta lo que siempre esperaste.

-Gracias por apoyarme de esta manera tan linda. – Limpió una lagrima que acababa de resbalar por mi mejilla. – Sin ti y tu ayuda no me estuviera pasando esto.

-Sólo necesitabas un pequeño empujón, lo demás lo hiciste por cuenta propia.

-Igualmente, siempre estaré en deuda contigo.

-Puedes pagarme con muchos besos. – Me dijo muy coqueto.

-Ah ¿Sí?, ¿Cuántos? – rodeé su cuello con mis brazos.

Me tomó por la cintura alzándome y haciendo que cruzara mis piernas por su espalda. Me sostuvo de los muslos para evitar que mi cuerpo resbalará. Su tacto hizo que una corriente eléctrica me recorriera erizando mi piel y acelerando los latidos de mi corazón.

Empecé a sentir el calor en mis mejillas.

-Muchos. – Posó sus labios sobre los míos, caminando torpemente hasta mi habitación.

Me recostó en la cama y se puso encima de mí. Yo seguía con mis piernas dobladas, provocando así que cierta parte de su cuerpo se rozara contra mí. Chris abandonó mis labios para comenzar a bajar a mi cuello.

Realmente comenzaba a sentir mucho, pero mucho calor.

Sabía que esto no podía avanzar mucho más, pero tampoco podía o quería detenerlo. Se me está nublando el pensamiento.

La situación ya estaba subiendo muchísimo de intensidad hasta que unos golpes muy insistentes en la puerta hicieron que nos sobresaltáramos. Gracias al cielo alguien nos interrumpió.

-Maldición. – Intenté acomodar mi cabello rápidamente al igual que mi ropa.

Los golpes sonaban de manera desesperada.

-Yo abro. – Caminó hasta la puerta. - ¿Qué te hizo la puerta para que la trates así? – Dijo al ver a Erick detrás de ella.

-No van a creer quien acaba de aparecer. – Habló una vez que se detuvo en medio del comedor.

Parece que vio un fantasma.

- ¿Quién? – Pregunté con intriga.

- ¡Erick, no! – Apareció en la puerta Joel y seguidamente los demás.

-Hay que decirle, chicos. De todas maneras se va a enterar.

-Yo estoy de acuerdo con Erick, merece saber antes de irse. – Habló mi mejor amiga.

- ¿Alguien me va a decir que pasa? – Ahora me encontraba muy confundida.

- ¡Hablen ya! – Chris se encontraba igual que yo.

-Bien, yo te explico. – Tomó la palabra Richard. – Veníamos llegando al edificio cuando vimos bajarse de un taxi a...

-A Valery. – Interrumpió Erick a Richard.

-Ahhhhh... espera ¿QUÉ? – Abrí mis ojos como platos. - ¿Dijiste Valery?

Todos asintieron.

Es que no te la puedo creer, a que tenía que volver esa, en serio, ¿a qué? Tan bien que estábamos todos sin su presencia, sin su molesta voz y la amargura que lleva a donde sea que vaya.

LIVING THE DREAM | CHRISTOPHER VELEZ | TERMINADA✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora