CAPITULO 36.

40 3 0
                                    

- ¿Nana? – Me miró sorprendido al posicionarse a mi lado. – ¿Qué haces aquí? ¿Cuándo llegaste?

Era temprano en la mañana, salí a correr para despejar aún más mi mente. Traía mis audífonos puestos mientras trotaba alrededor del parque que estaba cerca del edificio. Me gustaba venir aquí porque es un lugar tranquilo con árboles enormes que me hacen sentir que estoy en un bosque y no en una ciudad.

- ¡Joelo! – Lo abracé sin pensar. – ¿Cómo has estado?

A pesar de lo que pasó con Chris yo me mantuve en comunicación con los demás, haber terminado con él no significaba que yo perdería la amistad con los otros cuatro maravillosos chicos que jamás dudaron de mí.

-Yo bien, pero tú, cuéntame. – Me indicó con un mano una banca para sentarnos a lo cual yo lo seguí. – Creía que volverías en tres o cuatro meses más.

-Descanso a mitad de tour, ya sabes... - Mi mirada se perdió en el pavimento.

- ¿Qué sucede? – Se mostró preocupado.

-En realidad hay otra razón... – Vacilé un poco con mis palabras. – Creo que debería esperar a Zabdiel, Erick y Richard para que escuchen también.

- ¿Qué hay de Chr... - Lo miré con cara de pocos amigos e interrumpió su pregunta. – Lo siento.

-Él se enterará cuando se tenga que enterar, fin.

- ¿Es algo malo?

-No exactamente. – Me puse de pie con intención de ya regresar al departamento - ¿Vamos?

Asintió y se puso de pie a mi lado.

Él me platicó que hace poco habían terminado una pequeña gira que hicieron por Estados Unidos, y que pronto esperaban ir a Latinoamérica. Me siento feliz por los chicos porque sé cuanto aman cantar y a sus fans.

Joel y yo éramos muy similares hablando de personalidad. Ambos teníamos nuestro lado de seriedad, pero después de entrar en confianza nos sentíamos con un poco más de libertad. Creo que por eso me fue fácil entenderme con él.

En el camino de regreso me estuvo platicando acerca de sus nuevos proyectos como banda y yo me sentía tan orgullosa de ellos, han logrado demasiado en tan poco tiempo y sé que se merecen todavía muchísimo más.

Me paré en seco al ver a Christopher salir del edificio con su patineta, su cabello despeinado, unos pants color gris holgados y una playera blanca, se notaba que no había dormido bien por las ojeras debajo de sus ojos. Bueno, ya somos dos los que no dormimos bien anoche.

Tardé un segundo en reaccionar y me reincorporé a seguir caminando a lado de Joel, él saludó a su amigo, pero Christopher lo detuvo.

-Joel. – Escuché su voz ronca.

-Te espero dentro. – Le dije por lo bajo a Joel antes de que caminara hacia su amigo.

Pasé de largo a lado de Christopher sin siquiera voltear a verlo, y yo ganándome su mirada hasta que la puerta del edificio se cerró detrás de mí. ¿Cómo lo sabía? Podía ver su reflejo por la puerta de cristal.

Fui hasta el departamento de Erick y Ana, esperando que sea mi mejor amiga quien abra la puerta, pero dada la mala suerte que tengo me abrió Erick, pero no noté sorpresa en su rostro.

-Hasta que te dignas a venir a saludar. – Apoyó sus manos en su cintura y yo reí, es graciosa su pose.

- ¿Ana? – Él asintió. La voy a golpear, le dije que no le dijera a nadie - ¿Te contó todo?

-Debo decir que no me agrada la idea porque me gusta que seas parte de nuestro equipo. – A mí también me gusta y duele tener que irme. – Pero entiendo tu decisión.

LIVING THE DREAM | CHRISTOPHER VELEZ | TERMINADA✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora