No pude contener mis gemidos en ese momento, se escucharon por toda la habitación y mis panties se encontraban húmedas. Se sentía tan bien.
—Ha... Ah.... —Gemía mientras mis mejillas ardían de la vergüenza y mi cuerpo empezaba ya entrar en calor.
Es mi primera vez siendo masturbada, lo peor, es que era Bernat quien lo hacía. Froto con sus dedos por encima de mis panties, ambos permanecimos sentados en el suelo. Había abierto mis piernas, mientras me sostenía de la cintura y se dedicaba tocarme; moviendo sus dedos por encima y frotando mi clítoris.
—Ah...esto no está bien—Susurré y volví a soltar un gemido. Seguía húmeda y era demasiado, pero, por otro lado, no quería que se detuviera.
—Y si no está bien, ¿por qué lo estás disfrutando tanto Roxanne? —Soltó aquellas palabras tan profundas, susurrando en mi oído, con esa sonrisa tan lasciva y descarada. Él se divertía con lo que estaba haciendo. —Mira tú cara, perra pervertida.
Seguía acariciando por esa zona hasta que introdujo su mano por encima de mis bragas. Dejé escapar un fuerte gemido e intenté cerrar mis piernas, pero él lo impidió, dejaba expuesta mi vagina. Aparto mi pantie a un lado y así sus dedos hicieron contacto en mi intimidad, hasta que introdujo su dedo anular y de medio de golpe.
—¡hah! —Escapó un grito—Ah...se siente... se siente muy bien... al menos podrías ser más delicado.
Sus dedos se empezaron a mover dentro de mí, no estaba siendo nada gentil, acelero el movimiento de sus dedos.
—Me voy a venir Bernat.
En ese momento no comprendía que estaba sucediéndome, jamás había experimentado algo así, yo misma me he masturbado, pero que alguien más lo hiciera, era muy diferente la sensación. Algo aumentaba y sentía como esa sensación iba a estallar. Me estaba volviendo loca, pero lo que sea que fuera, quería que sucediera, quería sentirlo todo.
—¡Ah! ¡Dios! —Grité vencida y completamente llena de placer que me hizo marcar una sonrisa en mi rostro llena de satisfacción.
Mi vagina empezo a chorrear todo, era inevitable, no creí que podía llegar a este punto, me estaba viniendo toda, que mis gemidos tan satisfactorios no se detuvieron.
¿Cómo fue qué logró eso?
¿Cómo terminé así?
Seis de la mañana es la hora en la que siempre despierto para acudir a la universidad. Mi rutina es de lo mas común y normal como cualquier otro estudiante, podría decir incluso, que es aburrida, así son mis días, nada destacables y poco emocionantes.
Otros chicos de mi edad salen a fiestas con sus amigos o pareja, eso es lo bueno de pertenecer a grandes círculos sociales, sin embargo, alguien introvertida y poco sociable como yo, debe permanecer en silencio como una simple espectadora, mientras los demás se divierten.
Prefiero mantenerme alejada de todos, aunque a veces suelo ser tomada en cuenta por otros compañeros, siempre evito o pongo excusas para acceder a sus invitaciones, y se que muchos me llaman amargada por esa razón. En el fondo, me doy cuenta, que realmente quiero vivirlo y con el paso de los días, deseo despertar mi vida sexual. Es algo que siempre evite y no mostraba interés, pero no puedo dejar de pregúntame como se siente tener sexo.
Quisiera tener buenos amigos sinceros.
Un novio guapo y jodidamente bueno.
Quisiera sentirme menos sola.
Eso es lo que siempre he querido, por eso últimamente me esfuerzo en lo único que destaco para ser tomada en cuenta por los demás, la fotografía. Soy una excelente fotógrafa y agradezco haber nacido con ese talento, tanto así, que suelo ser llamada para asistir eventos, como bodas, cumpleaños, citas y entre otros. La gente dentro de mis redes sociales admiran mis fotografías y gracias a eso he conseguido seguidores.
ESTÁS LEYENDO
Corrompida
Mystery / ThrillerLa vida de Roxanne ha sido muy reservada. Sin amigos, un novio y pasando desapercibida en la universidad. Acostumbrada a la soledad, en el fondo, su único deseo es vivir lo que todos esos compañeros suyos tienen: vida social y sexual. Su vida dejara...