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—¿Ustedes me quieren ofrecer toda esa cantidad de dinero?

El dinero estaba sobre la mesita de la habitación privada en la que me encontraba. Los tres sujetos miraban perversos. Eran intimidadantes, altos, fuertes y con tatuajes, iba a dejar que esos tipos me follaran, a cambio de todo ese dinero. Estaba siendo tentada, el dinero es mi mayor debilidad.

—Es demasiado...—Murmure.

—Lo sé, sera tuyo si dejas hacer todo lo que ellos deseen con tu cuerpo y cumplir sus fantasías. Actuarás cómo la mascota, como un perro—Jim sonrió—Lo has hecho en varias ocasiones.

Abrí los ojos con sorpresa y confundida mirando a Jim—¿Cómo sabes eso?

Yo solamente he actuado como mascota para Bernat no para nadie más y no se como Jim sabía que yo hacía esa clase de cosas perversas.

—Descubri el Girlie de ese tipo, con el que estabas en esa noche. Hay un video en donde actuas como su perra y se ve que lo disfrutabas bastante, haciendo esas caras tan obscenas—Jim ladeo la cabeza.

—No puedo aceptarlo. Solo pueden follarme pero nada de esos fetiches haré.

—Vas a perder todo este dinero Roxanne—Dijo Jim.

Mi vista volvió a enfocarse en el dinero, era demasiado, admitía la tentacion que sentía por todos aquellos billetes, pero no quería actuar como la perra de aquellos sujetos.

—Ah bien, parece que ella no quiere aceptar—Dijo Jim—solo están perdiendo su tiempo aquí...

—Espera, yo... —lo detuve—lo pensé mejor.

Me encontraba de rodillas con la correa alrededor de mí cuello

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Me encontraba de rodillas con la correa alrededor de mí cuello. Aquellos tres tipos me contemplaban con tanta perversidad.

Uno de ellos jalo la cadena de la correa, atrayendome a su pene, para que prosiguiera a lamberlo. Introduje el pene dentro de mí boca y empece a mover mi cabeza de adelante y atrás. Este sostenía la cadena mientras yo mantenía mi trasero levantado y descubierto. Otro de ellos se acercó y penetro mi vagina con su miembro de una estocada, empezó a mover sus caderas hacia adelante mientras sostenía mi cintura y me soltaba fuertes nalgadas. Uno me penetraba, mientras se la chupaba al otro.

Retire el miembro de su boca unos segundos y este tomo su pene, golpeó mi mejilla con este mientras repartía su semen sobre mi cara.

—Qué buenas mamadas sabe hacer esta puta—Dijo con burla.

—Me toca a mi—El otro tipo jalo la cadena y me atrajo a su miembro, agarro mi cabello, sus grandes manos se posicionaron en mi cabeza y la empujo hacia adelante, haciendo que su pene entrara por completo en mi boca hasta tocar fondo—Si, así me gusta.

—Ella va dejar que le hagamos de todo—Murmuró aquel sujeto que me penetraba y seguía moviendose rápido dentro de mí. —Vamos a tratarla como la perra que es ¿no?

CorrompidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora