Corrompida

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Otra vez, nuevamente estaba contemplando todo, estaba fotografiando nerviosa, excitada, con ganas de tomar el lugar de esa mujer siendo complacida por él, Bernat.

Di cuatros toquidos a la puerta de su departamento, mis manos sudaban, mi corazón estaba inquieto.

Cúando recibí su mensaje, me demoro en responderle, primero mi mente lo estaba procesando, estaba tan inquieta que me había decidió darme un baño con burbujas. Me quedé horas en la tina pensativa, creando burbujas, recordando aquel día, si aceptaba, nuevamente mis ojos lo presenciarian.

—No creo que sea buena idea hacerlo—Me dije a mi misma, pero aunque dijera esas palabras, en el fondo sabía que no era así. —Veamos Roxanne, mira el lado bueno, te van a pagar muy bien...

Me estaba convenciendo a mi misma, viendo el lado bueno del asunto, pero tenía miedo, verlo solo haría que no me quitara a Bernat de mi mente, me seguiría tocando con sus fotos y videos.

Tarde en llegar a una conclusión, y asi, cuándo me decidí, le mandé un mensaje a Bernat antes de irme a dormir, diciéndome que estaba ansioso de volver hacer la sesión, halagado mi manera de fotografiar, eso me puso muy contenta, al menos Bernat me tomaba en cuenta por eso y reconoció mi trabajo, si esto continúa asi, seguro podríamos crear un vínculo cercano, tenía que impresionarlo, no lo decepcionaria y fue así que aparecí nuevamente parada desde la puerta de su departamento.

Escuche una voz gritar desde adentro diciendo "entren", se trataba de él, me quede confundida, abrí la puerta ya que se encontraba accesible, entre nerviosa y camine con cuidado.

—¿Hola? —Llame adentro y mire a los lados.

—¡Aquí! —Grito él llamándome desde su habitación.

Trague en secó y me acerque lentamente hasta parar a su habitación y ahí estaba él. Bernat se encontraba acostado en su cama, sin camisa, mientras leía una revista y a un lado, en su buró había una copa de vino vacía. Admito que se veía sexy, daban ganas de recostarse en su pecho mientras te esté acariciendo la cabeza o tenga su mano sobre tu trasero. Mire la hora de mi reloj, ya se pasaban los minutos y él simplemente se quedaba ahí leyendo la revista sin dirigirme la palabra, sabía que me encontraba ahí esperando.

—Ahm... —Aclare la garganta. Mi voz sonaba tan suave y timida, sentía que podía trabarme en mis palabras—Es-esperare hasta que... empecemos...

Bernat se mantenía en silencio sin dirigirme la palabra, me parecía algo mal educado, su silencio no me agradaba y tampoco que yo fuese ignorada.

—Disculpa, ¿qué dijiste? —Él apartó la revista y me compartio esa mirada fría, mirándome fijamente a mis ojos. Desviee la mirada, no podía mirarlo a sus ojos, simplemente no podía, su presencia y la manera en la que lo hacía me lograba poner nerviosa.

—Esperare—Respondí rápido y me di la vuelta para volver a la sala.

Espere minutos, este tipo solo me estaba haciendo esperar, no se en que momento íbamos empezar, pero me disgustaba, hasta que la puerta de su departamento sonó, en seguida, Bernat salió de su habitación mientras se volvía a poner su camisa y me miro serio antes de que abriera la puerta.