Y ahí estaba él, mirándome como si nada y con esa sonrisa que a pesar de que aparentaba tranquilidad, no tenía buenas intenciones.
Trague en seco al verlo, Bernat bostezo y estiró sus brazos relajado. Estaba vivo, ninguna herida, ni nada extraño había en él, no puedo evitar mirar como una tonta sorprendida, miles de preguntas hubo en mi cabeza.
Ambos haríamos girar la ruleta. Empecé yo primero con hacerla girar y espere a que esta se detuviera lentamente seleccionando.
—Hmm, veamos... —Bernat mira en donde se detuvo.—beso en la mejilla.
El otro tipo acercaba el micrófono a su boca para que todos escucharán. Asentí ligeramente con la cabeza y me acerque a él. Estábamos tan cerca, nuestras respiraciones chocaban, mire sus labios que moria por besarlos, y esos ojos suyos tan profundos. Extrañaba por verlo. Su belleza me dejaba como una tonta. Tenía tantas ganas de volver a verlo, no sabía lo que él estaba pensando al aparecerse así y seguro planeaba algo.
—Estoy esperando mi besito en la mejilla—Me dijo Bernat.
—Bernat tú...estas vivo de verdad—murmure.
—Claro que lo estoy—me sonrió—ahora dame mi beso, el tiempo corre.
Acerque mis labios a su mejilla y le implante el beso suavemente. Se sentía bien sentir el contacto de su pie. Definitivamente no puedo calmar mi enorme deseo que siento por Bernat.
—Ahora es mi turno—Bernat giro la ruleta esperando a que esta se detuviera —hmm, veamos...
La ruleta señaló en lo que decía "pedirle lo que tu quieras al otro (este tiene que hacerlo)"
—Bueno... puedo pedirte lo que yo quiero que hagas y tu tendrás que hacerlo—Se queda pensativo—quiero que te arrodilles frente a mi y ladres como un perro.
Abro la boca de asombro, el público empezó a reírse al escuchar sus palabras. Esto iba en serio.
Las risas pararon y guardaron silencio, creando un momento de incomodez, todos estaban esperando a que lo hiciera. Dude algunos segundos, hasta me parecía una maldita broma. Bien, Bernat aparece de sorpresa y lo primero que hace es avergonzarme frente a todos. No estaba dispuesta a que él gozara de mi vergüenza.
Me arrodillé frente a Bernat lentamente, mire a un lado contemplando todas las personas que no quitaban la vista sobre de mi. Sus miradas me ponían muy nerviosa. Respire hondo y empecé a imitar los ruidos de un perro. Escuché las risas, se burlaban por lo que estaba haciendo. Tierra tragame y hazme desaparecer ahora de este lugar.
Luego me volví a ponerme de pie, era mi turno. Gire la ruleta aunque me seguía sentiendo apenada por lo que acababa de hacer.
—Es... ¿Qué? —me sorprendí al ver lo que la ruleta seleccionó y de verdad esto debía ser una estúpida broma—hacer lo que el otro te pida.
—¡Vaya! ¿De nuevo? Creo que estoy empezando a divertirme—Bernat se queda pensativo y ladeo la cabeza—quiero que te quites la ropa.
Solo escucho los murmuros del público y sus sonidos de sorprendidos saliendo de sus bocas. Todos chiflaban y hacían su alboroto por lo que pidió Bernat.
—¡Que se desnude! —grito uno de los que estaban en el público.
Y entonces todos empezaron a seguirle el juego "¡que se desnude!" en un tono burlon y en un ritmo. Esto iba en serio y Bernat esperaba a que me quitara la ropa, de no cumplirlo, iba a recibir un castigo y no sabía que clase de castigó recibire.
Volví a respirar hondo, empecé a quitarme la ropa decidida y eso alborota mas a la gente, hasta dejar mi cuerpo expuesto. Me quite la falda lentamente y mire mis manos temblando un poco, eran mis nervios. Después, empecé a quitarme el sostén, me lo retiré con despacio mientras todos estaban atentos a mis movimientos. Escucho el sonido de la camara de sus celulares sonar e iluminar con el flash. Todos hacen un alboroto. Retiro mis bragas con cuidado y las dejo en el suelo. Estoy completamente desnuda. Cubro mis partes íntimas e intento permanecer tranquila como si esto no me preocupara o no fuera nada, no quería que Bernat gozara de verme mal.
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Corrompida
Mystery / ThrillerLa vida de Roxanne ha sido muy reservada. Sin amigos, un novio y pasando desapercibida en la universidad. Acostumbrada a la soledad, en el fondo, su único deseo es vivir lo que todos esos compañeros suyos tienen: vida social y sexual. Su vida dejara...