Capítulo 8

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¿ES UN NIÑO?

HABÍA TRANSCURRIDO DOS SEMANAS DESDE su pelea con el corredor y ese día se cumplía un mes desde su llegada lo que significaba que un nuevo habitante pronto se les uniría

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HABÍA TRANSCURRIDO DOS SEMANAS DESDE su pelea con el corredor y ese día se cumplía un mes desde su llegada lo que significaba que un nuevo habitante pronto se les uniría. Amelia sentía pena por el pobre chico, sabia lo que era estar aterrado, confundido y desorientado, pero era por lo que todos tuvieron que pasar antes de aceptar su cruel realidad.

El día anterior Amelia y Newt tuvieron una pequeña charla con respecto al tema, ambos tomaron un descanso el arduo trabajo que tenían ese día. Se sentaron bajo la sombra de un árbol.

—¿Cómo fue tu primer día aquí, Newtie?—pregunto Amelia con curiosidad.

Las facciones de Newt se contrajeron un poco y su semblante se volvió serio.

—Despertamos en medio de El Claro, éramos un grupo grande de por lo menos treinta personas. Ya todo estaba aquí, la animales, la Finca, el granero, todo. Estuvimos días aterrados, lloriqueando en una esquina, desconfiando de todo y de todos, fueron días oscuros Amelia. Una semana después nos dimos cuenta de que nadie iba a venir a ayudarnos así que hicimos lo que teníamos que hacer, pusimos todo en orden. Luego de un mes un nuevo habitante llego y así fue cada mes, hasta su llegada—explico el rubio con la mirada fija en algún punto de El Claro.

—Oh, vaya—murmuro la castaña incrédula—. Les tocó duro.

Newt la miro fijamente y asintió.

—¿Puedo confesarte algo Newt?

—Claro.

—Si me hubiese tocado lo que ustedes los primeros en llegar creo que hubiese mandado todo a la mierda. Es decir, no hubo nadie que los tranquilizara ni les explicará lo que estaba sucediendo.

—Tienes razón, aunque fuiste la única en estos años que no se puso histérica y a llorar. Eres la primera en tomarse las cosas con tanta calma.

Amelia le sonrió sin ganas.

—No soy tan fuerte como quieres hacerme ver—confesó—, solo fue instinto para sobrevivir.

—Eres realmente una chica fuerte, creeme.

Newt desvío el tema de conversación a temas más triviales.

Aunque Amelia no lo dijese en voz alta le gustaba pasar tiempo con Newt, era una de las pocas personas que se mostraba maduro y centrado sin rayar lo molesto. No había pasado tanto tiempo con otros chicos más que con el rubio, tampoco tenía pensado hacerlo.

Ahora la castaña estaba en los jardines para empezar su jornada del día, esa mañana tenia mucho trabajo que hacer más que cualquier día porque tocaba cosechar las cebollas. Amelia saluda con entusiasmo a Alec, el chico era uno de los pocos que trabajaban en los huertos, el chico le devolvió el saludo. Era extraño ver a la chica tan entusiasta y social.

𝐌𝐄𝐌𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒┃𝐦𝐚𝐳𝐞 𝐫𝐮𝐧𝐧𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora