𝐌𝐄𝐌𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒┃𝐦𝐚𝐳𝐞 𝐫𝐮𝐧𝐧𝐞𝐫

Capítulo 5

¿HERMANAS? ¿QUÉ?

DESPUÉS DE UNA NOCHE DANDO VUELTAS por la cama, Amelia sale de su habitación mucho antes de que el sol lo haga. No había podido pegar el ojo en toda la noche, en su mente no se dejaba de repetir la escena en el baño, aún estaban un poco molesta y avergonzada más que todo consigo misma. Amelia esperaba no volver a encontrárselo.

Antes de salir de su habitación tomo todo lo que había dejado la noche anterior para darse una ducha, tenía decidido bañarse así tuviera que patear traseros para hacerlo, se había sentido asquerosa por haberse acostado sin antes bañarse.

Por precaución revisa el baño con cuidado, asegurándose de que nadie estuviese dentro. No necesitaba otra escena como la del día anterior, aunque no hizo falta tanta minuciosidad porque no había un alma, pensó que porque era demasiado temprano, le restó importancia y cerro con seguro la puerta.

Cerca de las duchas había una banca de madera, dejo sus cosas ahí y comenzó a despojarse de sus prendas, les sacudió la tierra y las doblo. Entro a la ducha más cercana, deja que el agua helada corra por su cuerpo quitando todo rastro de sudor, tierra y sueño.

Con un jabón aromático (que vino dentro de aquella caja junto con otros productos de higiene personal) talla cada rincón de su cuerpo. «¿Cuándo fue la última vez que me di una ducha? Los grandes misterios de la vida» piensa con diversión, estaba realmente sucia, seguro y había sido hace tiempo, antes incluso de llegar a El Claro.

Veinte minutos exactos le llevo estar limpia. Se apresuró a vestirse pues por las ventanas el sol comenzaba a colarse. Se viste con unos jeans ajustados, una camiseta gris manga larga y las botas con las que había llegado. No estaba del todo satisfecha pero era lo que tenía y debía conformarse, no era como si de la nada fuese a aparecer un centro comercial con ropa cara.

Recogió sus cosas y estuvo dispuesta a salir e irse a su habitación, se quedó de pie delante de la puerta cuando noto una larga fila de chicos. Cuando la vieron le lanzaron miradas amenazantes y comenzaron a gritar todos en unisono: —¡Ya era hora!

—¡Siento que mi vejiga va a explotar!

—¡Los baños son para todos tío!

Muchos más comentarios parecidos se escuchaban por toda la final. Amelia vira los ojos y se marcha por el pasillo sin prestarles atención a las demandas de los chicos. Aunque cuando está ya en el segundo piso comienza a reír, era un poco divertido la situación. Entra a su habitación y deja la ropa sucia en una esquina, tiende una silla. Se queda de pie observando la cama, debía tenderla, no tardó mucho en llegar a la conclusión que lo haría después.

Y antes de que pudiese bajar por las escaleras, uno de los Med-jacks la llama desde el otro extremo del pasillo. El chico parecía un poco malhumorado por lo que Amelia vacila en si ir o no, el día apenas había comenzado y no quería problemas tan temprano, pero termina por acercarse.