𝐌𝐄𝐌𝐎𝐑𝐈𝐄𝐒┃𝐦𝐚𝐳𝐞 𝐫𝐮𝐧𝐧𝐞𝐫

Capítulo 24

EL ATAQUE

AMELIA FUE LA PRIMERA EN BAJAR POR las escaleras, estaba un poco abrumada, habían sido demasiadas cosas en un mismo día y necesitaba un tiempo para digerir todo, pero más que nada necesitaba respirar un poco de aire fresco. Los tres salieron de la Finca, la luz era bastante brillosa esa tarde.

En el punto de vista de Amelia, las cosas se estaban volviendo cada vez peor, a este punto ya nada podía empeorar.

—¿Hambrientos chicos?—les pregunto Newt en cuanto estuvieron fuera de la Finca.

Amelia lo mira con incredulidad, el apetito se le había ido desde que piso la habitación del consejo, y ahora solo sentía unas terribles nauseas.

—¿Qué? Para nada, siento que vomitaré en cualquier momento—Amelia murmuró lo último mientras se tomaba el estómago. Newt pasa su atención a Thomas, quien estaba tan enfermo como la castaña.

—¿Hambre? Para nada, no después de... No, no estoy hambriento—razono él. Newt se limitó a sonreír, parecía bastante divertido con la situación de ellos.

—Bien, porque yo si lo estoy shanks. Busquemos algunas sobras del almuerzo, tenemos que hablar—dice. Amelia comienza a negar repetidas veces.

—Yo paso—dice dándose media vuelta y caminando en dirección a la Casa de Sangre. Amelia necesitaba hablar con alguien, alguien que no fuese ni Newt ni mucho menos Thomas.

—¡Vuelve aquí!—le grita Newt con humor, el chico no parecía enojado.

—¡¿Qué?! ¡Lo siento, no puedo escucharte!—le gritó de vuelta la castaña a su amigo siguiendo su camino, e ignorando a Newt.

Amelia camina a paso lento, su estómago aún no se recuperaba por completo. Busca a Marie en cuanto llega al granero, no tardo mucho tiempo en encontrarla pues la rubia estaba trabajando en los corrales. La castaña se acerca a la valla y comienza hacerle señales a su hermana para que se acerque.

—¡Amelia! ¿Qué sucede? ¿Qué paso en la reunión? Estaba preocupada—la atropella de preguntas en cuanto estuvo junto a la valla.

Amelia mira al suelo y suelta un largo suspiro.

—Tengo muchas cosas que contarte—dice en un murmuró, sin levantar la mirada.

Marie se preocupó, su hermana parecía bastante decaída y estaba un poco más pálida desde la última vez que la vio.

—Claro, pronto voy a terminar ¿Te parece bien si nos encontramos en el mismo lugar de siempre?

—Vale.